miércoles, 7 de enero de 2015

Cambios, de Mo Yan

No es fácil juzgar una obra literaria escrita en otro idioma y a la que se accede sólo a través de la traducción, sobre todo cuando el idioma original no es el inglés, el francés, el portugués o el alemán, sino del chino, en el que los traductores no son tan abundantes. A veces los libros que llegan al español desde el chino o el japonés fueron traducidos primero al inglés y lo que logra leerse es una traducción de la traducción.

Leí Cambios, de Mo Yan, Premio Nobel de literatura 2012 y aunque la traducción fue chino-español, se trata de un español de España plagado de "cutre", "gilipollas" y otras perlas que hacen difícil diferenciar la paja del heno. Supongo que es ese el problema, porque de lo contrario estamos ante una obra menor de quien se supone es un grande de la literatura, como se supone que son todos los Premios Nobel (entran risas).

Cambios es un relato corto, autobiográfico, en el que Mo Yan relata pasajes de su niñez en Gaomi, al noreste de China, cerca del mar de Corea. La vida pobre y esforzada del campo, la influencia de El Partido en todos los aspectos de la vida cotidiana y las distancias y dificultades para conseguir cualquier cosa marcan el ritmo del relato. A partir de anécdotas puntuales el texto avanza y Mo Yan, ante la imposibilidad de lograr un cupo para la educación superior, se enrola en el ejército, allí muy lentamente asciende, hasta que logra estudiar letras y convertirse en el escritor que hoy es.

Cambios no presenta ni mucho menos una visión crítica del Partido Comunista o de "la situación" en China. El relato es el de un niño y luego un joven cándido, pobre, que se deslumbra con Pekín y que aspira a que sus padres tengan una vejez menos dura. La voz ingenua del niño recuerda a la de Kenzaburo Oé, en La Presa. Los cambios que sufre ese niño, luego  adoleschente, luego adulto, son también los cambios del país.

Algunos fragmentos:
Para un árbol, cambiar de sitio es la muerte; para un hombre, cambiar de sitio es la vida.

Antes, cuanta más grasa llevaba la carne, mejor; ahora, en cambio, lo que está de moda son las empanadillas de verdura. En cosas así se ve cómo cambia todo.

Ahora lo único que deseo es que alguien invente cuanto antes un conversointerlingüístico que sea a la vez simple, práctico, rápido y preciso, para resolver mis dificultades en el extranjero.

lo que demuestra que los asuntos de este mundo sufren infinitos cambios y evoluciones, que la suerte reúne a las parejas predestinadas a través de las más extrañas e imprevisibles coincidencias. No hay nada imposible.

Si un hombre no puede casarse con la mujer a la que ama, tiene que buscarse una que le aporte el mayor número de ventajas posible.

Cambios
Mo Yan
Editorial Seix Barral
Bogotá
2012
127 páginas

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