miércoles, 22 de febrero de 2023

Narradoras del Gran Caldas, Colombia, de Zahyra Camargo Martínez y Graciela Uribe Álvarez

Narradoras y escritoras del Gran Caldas es un ejercicio académico valioso publicado en 1998 por las profesoras Zahyra Camargo Martínez y Graciela Uribe Álvarez, de la Universidad del Quindío, con prólogo de la investigadora Betty Osorio.

Este esfuerzo intelectual, sin antecedentes en el trabajo académico sobre literatura escrita por mujeres en la región, presenta estudios críticos sobre la obra escrita por algunas narradoras de Caldas, Quindío y Risaralda. Desde la presentación se advierte que el trabajo excluye a las poetas y se centra en los cuentos y novelas de escritoras regionales, aunque no pretende ser totalizante, toda vez que es muy difícil encontrar las obras escritas por mujeres, que tienen tirajes pequeños y baja o nula circulación.


El libro analiza obras narrativas de Natalia Ocampo de Sánchez, Blanca Isaza de Jaramillo Meza, María Eastman, Fabiola Aguirre de Jaramillo, Helena Benítez de Zapata, Fanny González, Amanda Escobar Correa (Soraya Juncal), María Lola Cardona Clavijo, Dora Inés Uchima Morales, Agripina Restrepo de Norris, Gloria Chávez Vásquez, Gloria Cecilia Díaz, Susana Henao Montoya, Albalucía Ángel Marulanda, Ofelia Ramírez, Gómez, Dora Cecilia Ramírez y Ana María Jaramillo.

Algunas frases
Del prólogo escrito por Betty Osorio: "La cultura de origen antioqueño de corte patriarcal le concede muy poco espacio público a la mujer, y restringe su actividad al espacio doméstico, alejándola de las negociaciones por el poder político y económico. A pesar del peso de este presupuesto, las mujeres han logrado subvertir la vigilancia del canon masculino y han utilizado diversas estrategias para hacerse escuchar (p. XV).


Del prólogo escrito por Betty Osorio: "Las mujeres que escribieron en la primera mitad del siglo se debaten entre un reconocimiento de su escritura como un acto que desafía los preceptos del mundo patriarcal y una aceptación de las normas del padre (p. XV). 

Del prólogo escrito por Betty Osorio: "La mayoría de ellas son casadas, blancas y con numerosos hijos, de modo que para ellas el ejercicio de la escritura se logra en los intesticios de una vida doméstica llena de deberes y preocupaciones" (p. XVI).

De la introducción escrita por Zahyra Camargo y Graciela Uribe: "Obtener sus obras fue toda una aventura. La gran mayoría de estos textos literarios no se comercializan" (p. xxviii).

"En el trabajo con docentes de preescolar, básica primara y secundaria que ingresan al posgrado en Enseñanza de la Literatura, nos hemos percatado de que no existe memoria de las escritoras de esta región. Porque somos conscientes de que nada las condena a un rango inferior y sin embargo asistimos a su clara ausencia o minusvaloración en los programas oficiales de enseñanza" (p. xxix).

Sobre "Una mujer" de Natalia Ocampo de Sánchez: "su discurso está legitimado por la autoridad masculina y así cubre la verdadera intención del escrito: cuestionar algunos planteamientos de la época a través de intertextos como las conferencias que se hacían por la radio para alertar a la mujer sobre los nuevos cambios" (p. 9).

Sobre Blanca Isaza: "Los dos arquetipos fundamentales en la imaginación de hombres y mujeres han sido la madona o madre, que evoca la belleza pura y casta de la virgen, y las mujeres tentadoras que rememoran la peligrosidad y la seducción" (p. 14).

"Son, en últimas, imágenes de mujeres dulces, tristes y desengañadas, puestas en los espacios de la casa o de la habitación como símbolo de la figura materna. Alegorizan el encarcelamiento interior y exterior de la mujer, el marco cerrado de sus vidas insípidas" (p. 16).

Sobre "Dimensión de la angustia", de Fabiola Aguirre de Jaramillo: "Recuerdo que mi abuela dijo a Tía Horencia -un día que sirvió más postre a Tío Clemente- que a los hombres había que preferirlos, porque eran superiores a las mujeres y trabajaban más (36) (citado en la p 30).

"Pero no pienso entregarlos con mi nombre; yo sé que tengo el "inri" de ser mujer, y que mientras yo sea la autora, la obra no valdrá nada" (204) (citado en la p. 31)

Sobre Helena Benítez Trejos de Zapata: "El doctor José Restrepo Restrepo me abrió espacio para que escribiera en su diario La Patria y fue ese mi aliento de entrada al periodismo" (82) (citado en p. 36)".

"Fue la primera mujer nombrada alcaldesa de un municipio del país en 1955 (p. 37). 

"Se vincula a la radio caleña, inicialmente a la Voz del Valle, luego a R.C.O, más tarde va a la voz de Cali, a la voz del Río Cauca, de Caracol, a Radio libertador y allí inaugura un radio periódico femenino con colaboradores permanentes como Clarita Zawadski, María Cristina Mora, Aura Lucía Mera, Beatriz López. Ingresa como redactora de planta al diario El País. Fue también varias veces redactora del periódico Occidente, donde aún mantiene sus columnas "Facetas" y "Entre telones". Trabajó, además, en el diario El Pueblo, dirigiendo sus páginas social y femenina hasta el día de la liquidación definitiva del periódico..." (p. 38)

Sobre "El despertar de la conciencia" de Soraya Juncal: "No, no debí haber abusado de ella, es tan inocente todavía... Bueno, pero si yo no lo hubiera hecho, más tarde otro menos tonto se me habría adelantado" (p12) (citado en p. 54)

"Aquí, el despertar se da en una niña-adolescente triplemente marginada desde su posición de mujer, de campesina y de negra (p. 55). 

Sobre Gloria Cecilia Díaz: "Díaz es una de las figuras de la literatura infantil latinoamericana" (p. 82). 

Sobre Dora Cecilia Ramírez: "La literatura fantástica se presenta como provocación de la destrucción de un orden viejo que debe cambiar urgentemente". Los relatos fantásticos de Ramírez pueden, en fin, asimilarse como la expresión de lo más profundo de la realidad social asumida desde el mundo de la ficción (p. 141).

Sobre Ana María Jaramillo: "el cine ha ejercido enorme influencia sobre la creación literaria de Ana María Jaramillo" (p. 153). 

Conclusiones: "estas autoras han centrado su trabajo en la exploración de aspectos de la cultura como la recuperación de la memoria ancestral a través de la búsqueda de raíces indígenas y populares: Chávez Henao; la relación hombre-naturaleza o medio ambiente: Díaz, Uchima; creación de textos simbólicos y alegóricos: Ángel, Chávez, D. Ramírez; autobiografía social: Benítez de Zapata; referencias a la realidad histórico-social colombiana, desgarrada por la miseria y la violencia desde siempre; Ángel, Isaza, González, Escobar, Jaramillo; los procesos de concienciación del ser mujer que se encuentran en casi todas, en especial en Ángel y Aguirre; la denuncia de las desigualdades genérico-sexuales desde espacios marginales cerrados denunciados por la gran mayoría, en particular por Ocampo de Sánchez y María Lola Cardona" (p. 161).



Narradoras del Gran Caldas, Colombia
Zahyra Camargo Martínez y Graciela Uribe Álvarez
Universidad del Quindío
Armenia, 1998
210 páginas

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