jueves, 4 de agosto de 2011

Historias de cronopios y de famas, de Julio Cortázar

Comenzaré mi primer post con un libro que leí hace muy poco y que realmente me cambió el modo de ver la vida por la forma en que está escrito. En este libro se nota claramente el surrealismo al 100% que maneja  Cortázar por las temáticas que maneja; temáticas realmente comunes pero que con su magia se vuelven extraordinarias. Espero que a ustedes les guste el surrealismo de Cortázar tanto como a mí. Ahí van unas cuantas frases de algunos cuentos, vale aclarar que son microcuentos así que en cada frase básicamente dice casi todo un cuento. Ahí va:

Instrucciones para llorar:
"El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos"
"Duración media del llanto, tres minutos."

Instrucciones para subir una escalera:
"Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el suelo, y luego la parte siguiente se coloca a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables."
"Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie."

Preámbulo a las instruccines para dar cuerda a un reloj:
"Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido[...]. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes;[...], te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo[...]. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj."

Instrucciones para dar cuerda al reloj:
"Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo.[...] Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa."

Simulacros:
"Somos una familia rara. En este país donde las cosas se hacen por obligación o fanfarronería, nos gustan las ocupaciones libres, las tareas porque sí, los simulacros que no sirven para nada. Tenemos un defecto: nos falta originalidad."

Pérdida y recuperación del pelo:
"Para luchar contra el pragmatismo y la horrible tendencia a la consecución de fines útiles, mi primo el mayor propugna el procedimiento de sacarse un buen pelo de la cabeza, hacerle un nudo en el medio y dejarlo caer suavemente por el agujero del lavabo" (Les dejo la intriga de qué pasará después)

Tía en dificultades:
"¿Por qué tendremos una tía tan temerosa de caerse de espaldas?"

Conducta en los velorios:
"No vamos por el anís ni porque hay que ir. Ya se habrá sospechado: vamos porque no podemos soportar las formas más solapadas de la hipocresía."

Maravillosas ocupaciones:
"Qué maravillosa ocupación entrar en un café y pedir azúcar, otra vez azúcar, tres o cuatro veces azúcar, e ir formando un montón en el centro de la mesa, mientras crece la ira en los mostradores y debajo de los delantales blancos, y exactamente en medio del montón de azúcar escupir suavemente y seguir el descenso del pequeño glaciar de saliva, oír el ruido de piedras rotas que lo acompaña y que nace de las gargantas contraídas de cinco parroquianos y del patrón, hombre honesto a sus horas."

Vietato introdurre ciciclette
"En los bancos y casas de comercio de este mundo a nadie le importa un pito que alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o soltando de la boca como un piolincito las canciones que me enseñó mi madre, o llevando de la mano un chimpancé con tricota a rayas. Pero apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo excesivo y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe admoniciones vehementes de los empleados de la casa."

De este cuento lo que más me gusta es el título, dice así: "Pequeña historia tendiente a contar lo precario de la estabilidad dentro de la cual creemos existir, o sea que las leyes podrían dar terreno a excepciones, azares o improbabilidades, y ahí te quiero ver"

Historia:
"Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta." Esa es la historia entera... y con ella me despido recomendándoles mucho el libro.


Historias de cronopios y de famas
Julio Cortázar
Editorial Punto de lectura
165 páginas
2010

3 comentarios:

Adriana Villegas Botero dijo...

Ahhhh tan bueno volver a leer a Cortázar. Siempre bienvenido.

Carlos Hernández Osorio dijo...

Daniel: la sensación mía es similar a la de Adriana. Algo de recuerdo, de buenos recuerdos. A Cortázar lo comencé a leer en la Universidad. Primero fueron sus cuentos, y el que más recuerdo es Las babas del diablo. Leí poemas suyos, que son similares a esas historias de cronopios, siempre juguetones con el lenguaje. (Juan Gabriel Vásquez escribió alguna vez una columna sobre Cortázar, llamada El jugador). Y claro, me "gradué" con Rayuela, una bella novela en la que el juego, siguiendo el orden de ideas de Vásquez, también es central.

Gracias por la reseña, que me hizo recordar a un escritor de quiero mucho.

Unknown dijo...

Volver a Cortázar siempre será grato para los miembros de este club. Yo releeo Cronopios y Famas cada tres o cuatro años precisamente porque busco esos juegos de lenguaje cuando necesito escribir letras para canciones nuevas. Los que me encanta de ese libro es la facilidad que tiene Cortázar de convertir un hecho cotidiano - como el miedo a caer, el llanto o el uso de un reloj - en un pedacito de magia.