Leí Un cadáver en la mesa es mala educación, una novela policiaca de Pedro Badrán que publicó Ediciones B a finales del año pasado. Son 168 páginas que se leen rápido... hay ejercicios formales (con narradores y estilos varios), mucho humor, un muy tenue y lejano trasfondo político (el Proceso 8.000) y algunas referencias a la literatura y al periodismo escrito porque el narrador es un periodista judicial de un periódico bogotano que se llama El Correo (En la vida real, Badrán trabajó unos años en La Prensa, el periódico de los Pastrana, y las coincidencias con El Correo son numerosas). Sin más carreta... algunas frases:
"Sobrellevaba el insomnio con el cuerpo ausente de Valeria Fidalgo, la crítica de arte, pelirroja y recién graduada de Europa, a quien desnudaba en plena sala de redacción y luego disponía sobre una de las mesas de trabajo. Imaginaba sus rojos pelillos, su entrepierna perfumada, su discurso sobre la posmodernidad y la muerte de la novela, interrumpido cada vez más por los maullidos de minina insegura, se escriben novelas, sí, pero como género la novela está muerta, es decir no hay nada nuevo, las novelas se repiten una y otra vez, eso de la novela urbana es una tontería, no lo crees así Federico, y yo la penetraba allí, en el meollo de su teoría más profunda".
"Alguna vez habíamos hablado de diferentes autores, Simenon y Chesterton, en realidad esa literatura pertenece a los ingleses, la tienen aprendida como mecanismo de relojería, y los franchutes van colgados, ellos lo saben y por eso teorizan mucho sobre el asunto, ¿no te parece?, con decirte que hasta tienen estudios sobre el vestido y el automóvil del relato criminal, todo muy detallado, nunca aprenden los franceses, llevan siglos tratando de clasificar el mundo y todavía no renuncian a ello, qué pérdida de tiempo, por eso sus novelas son tan racionales, les falta el humor y la sorpresa tan propios de los ingleses, en fin ¿tú has leído a Padura, el cubano?"
"Valeria me dio un beso en la mejilla y abandonó la sala de redacción.
Miré el movimiento de su precario trasero que me decía adiós y a la vez parecía cantarme un villancico, ven a nuestras nalgas, ven, ven ven, no tardes tanto, Federico, ven, ven".
"Tal vez habíamos llegado a la guarida del extraño grupo que se encargaba de eliminar prostitutas, indigentes y periodistas, esta última una condición no tan diferente a las anteriores".
"Me serví un par de copas de un vino perverso y traté de mantenerme al lado de Valeria pero ella desapareció en un salón contiguo. Uno de los poetas se acercó para leerme su última producción, sesenta y cuatro haikus, de gran vuelo poético según él.
Hay una hormiga
Hay otra Hormiga
Son dos hormigas"
"Carecía de tiempo para hacer una crítica, aunque recordé de inmediato una vieja frase, tal vez injusta, algo así como la escultura es aquella cosa con la que uno tropieza cuando retrocede para mirar un cuadro".
Pedro Badrán Padauí
Un Cadáver en la Mesa es mala Educación
2006
Ediciones B
168 páginas
Diario de lectura. Leemos libros, subrayamos libros, comentamos libros.
domingo, 14 de enero de 2007
Un Cadáver en la mesa es Mala Educación, de Pedro Badrán Padauí:
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Un Cadáver en la Mesa es Mala Educación
Escritora, columnista, periodista, abogada. Docente en la Universidad de Manizales. Doctora en literatura de la UTP y magister en estudios políticos de la Javeriana. Autora de la novela "El oído miope", el libro de cuentos "El lugar de todos los muertos" y el libro infantil "Sakas".
En Twitter: @adrivillegas.
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