lunes, 26 de enero de 2015

Nuestra pandilla, de Philip Roth

Richard Nixon pasó a la historia por ser el único presidente de Estados Unidos, hasta ahora, en dimitir a su cargo como consecuencia del escándalo de Watergate. Las numerosas películas sobre el tema lo muestran como un personaje oscuro, enredador, con muchos secretos para esconder y un rabo de paja inmenso.

Lo que Philip Roth hace en estos 6 textos satíricos que fueron publicados parcialmente en The New York of Review en 1971 es revelar la clase de político que es Nixon, antes de que ocurriera el Watergate.

Si el periodismo es el ejercicio de tratar de anticiparse, de adelantarse o prever lo que puede ocurrir en una sociedad, Philip Roth en este libro logra su cometido: alerta a la sociedad sobre el riesgo que representa un poder presidencial omnipotente encabezado por una persona de "confusas" o "cuestionables" por decir lo menos, ideas políticas.

Pero el valor del libro hoy por hoy no está en anticipar algo que todos sabemos cómo terminó. El valor está en el uso de la sátira y el humor como contundentes armas políticas para desenmascarar poderes a partir del uso de la palabra. La burla, la mofa que hace el autor de los argumentos del Presidente, hasta llevarlos al extremo del absurdo, son válidos ayer y hoy, aunque el lector de hoy desconozca el contexto específico en el que ocurrieron los hechos: La defensa que hace Nixon del derecho del nonato, para oponerse al aborto, se convierte en una hilarante entrevista en la que Nixon dice cosas como que se siente feto aún... 

Es decir, más allá de la política local norteamericana (que nunca es local) el lector encuentra en estos textos satíricos argumentos para defender ideas antimilitaristas, pro aborto e antiimperialistas, a partir de situaciones absurdas que llegan a límites insospechados, como el supuesto asesinato de Nixon que es negado por el portavoz de la Casa Blanca, quien exhibe en una rueda de prensa una radiografía de la cadera del presidente, para demostrar que está muy bien.

Este libro puede ser interesante para quienes ejercen el periodismo de opinión con sátira y humor. El lector puede reemplazar el nombre de Nixon por el del personaje político actual que prefiera, y muchas de las argumentaciones delirantes del presidente encajarán hoy como anillo al dedo. 

Algunas pocas frases:
en este gobierno los fetos y los embriones de Estados Unidos por fin tienen una voz que los represente.

mi desempeño del cargo contribuya algún día a crear un mundo en el que todos, sin consideración de su raza, credo o color, sean nonatos. 

Aquí me tienen, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y líder del Mundo Libre, trabajando como un esclavo con todas y cada una de las fibras de mi ser, entregado noche y día, trescientos sesenta y cinco días al año, al único propósito de salir reelegido...

(los medios) No, nunca hablan de lo que no hemos hecho, siempre se quedan con lo quehemos hecho. Eso, por desgracia, es lo que esa gente considera noticia. 

Nuestra pandilla
Philip Roth
Literatura Mondadori
1971 (edición de 2008)
Barcelona
173 páginas

lunes, 19 de enero de 2015

Para antes del olvido, de Tomás González

Para los lectores atentos de Tomás González esta novela puede ser una curiosidad. Se publicó en 1987 y es "rara" en el conjunto del autor porque aunque tiene muchos elementos comunes a toda su obra (como la familia o el lenguaje seco y con humor) es distinta porque se trata de una novela histórica, que ocurre a varios tiempos, siendo el más antiguo el año de 1913, en Bogotá y Envigado, y luego se traslada a Europa para recrear la Primera Guerra Mundial.

En su construcción es una novela muy elaborada con tres personajes principales: Alfonso, basado en un tío del autor; Josefina, y León. El relato lineal podría ser el siguiente: en 1913 en Envigado Alfonso es un periodista-poeta que le da un único beso a Josefina. Luego se va para Bogotá y ya desde el viaje conoce a otra mujer, luego a otra y después otra más. Viaja a Europa pero la Primera Guerra Mundial lo hace devolver a Envigado donde reencuentra con Josefina y planea su matrimonio. Él viaja de nuevo a Bogotá y a los 15 días informa por carta que se casó con otra. Ella lo recuerda el resto de la vida y en 1977 cuando ya está vieja y postrada le cuenta su historia, entre lagunas de la memoria, a León, abogado que parece un álter ego de Tomás González.

Sin embargo, la historia no es lineal. La obra está construida en 43 capítulos cortos que tienen como título "Envigado 1977", "Envigado 1913", "Londres 1914" o "Bogotá 1915", entre otros, de tal manera que el relato va hacia atrás y adelante en el tiempo y cambia de escenarios frecuentemente. 

La narración es escasa en diálogos y rica en humor fino, contenido, dosificado. El humor que caracteriza los relatos de Tomás González (con excepción quizás de Temporal) Un humor negro e inteligente, cercano a la sátira.

Esta novela es una obra sobre lo que no se dice... León trata de reconstruir la vida de Alfonso a partir de sus diarios pero no están completos, y la vida de Josefina a partir de sus recuerdos pero su memoria es intermitente. Nadie hereda los recuerdos de nadie. Al morir desaparece la memoria. León corre contra el tiempo para recuperar una historia antes de que la muerte la sepulte en el olvido. Y la historia se construye con grandes baches que quedan como enormes enigmas que abren paso a la imaginación.

Tomás González es un maestro en muchos aspectos. La construcción de personajes, las descripciones perfectas con tres pinceladas, el dominio del lenguaje, el ritmo, el humor. Es una lástima que su volumen de cuentos El Rey del Honka Monka, no se haya vuelto a editar y sea hoy por hoy el único libro de este autor que resulta imposible de conseguir.

Algunas citas:
Características suyas eran la manera maniática de hacer lavar la carne antes de freírla, el odio por los negros, el odio por todo lo que fuera o pareciera débil, y la habilidad para enemistarse con los miembros de su propia familia.

La española partió un pedazo de pan, le puso una inundación de mantequilla y lo integró a su cuerpo con un hermoso resplandor de dientes. 

el ruido que las gallinas emitían le había traído ráfagas momentáneas del bienestar intestinal que los entendidos conocen como "ser feliz".

No es que estés adelantado a tu época; yo diría que estás fuera de época, sea la que sea.

Parecía como si las llamas hubieran quemado el aire mismo, aniquilando hasta las raíces del sonido y creando un profundo lago de silencio.

Años más tarde, siguiendo la tradición de una tierra donde la historia en gran parte se construía destruyendo, fue demolida y en su lugar se levantó una masa gris y tenuamente carcelaria.

Y cuando uno se le acercaba sentía cierto olor, demasiado ambiguo y persistente para ser imaginario, que subía al parecer desde sus medias.

Y aquella pluma se silenció, ciertamente, pero por culpa del coñac y no del nuncio. O tal vez del escepticismo general sobre las posibilidades de civilizar aunque fuera un poco aquel país de sacristanes.

Lo que pasa, Fina, es que seguís funcionando como por impulso. Hay cosas que ya se pararon, pero las demás empujan. Morirse es tan largo como vivir.

A pesar de su título de abogado, nunca había necesitado agredir o violentar a nadie.

Siempre le había llamado la atención el modo como la vagancia encontraba ejemplares casi puros (él mismo, para no ir muy lejos) en cada generación de pujantes antioqueños.

Si la libertad de prensa no era la primera de las libertades sí era la base y condición de las otras.

Al fin y al cabo la gente joven, potencia pura, contiene en su germen todos los oficios del mundo. 

Comulgan por la mañana y empiezan a robar apenas salen de la iglesia.

Hay personas que inmediatamente después de muertas crean una resonancia mucho mayor que la que jamás lograron mientras estuvieron vivas.

Supo entonces que todas las palabras son inútiles, que la muerte es sólo eso y no admite metáforas, no tiene en su instante belleza alguna ni otro consuelo distinto de su fugacidad, calidad que comparte con el amor y la vida misma.

se ensimismaba en el recuerdo de la imagen de los inmensos cementerios simétricos donde las naciones civilizadas habían sepultado a sus millones de muertos, cubriendo su infamia con una racionalidad de geometría, una máscara de olmos perfectos, prados lindos y jardines florecidos.

Para antes del olvido
Tomás González
Punto de Lectura
Bogotá
1987
257 páginas


miércoles, 7 de enero de 2015

Sin novedad en el frente, Erich Maria Remarque



Si lo que diferencia a un buen libro de un clásico es su vigencia en el tiempo, Sin novedad en el frente es un clásico de la literatura sobre guerra.

Pablo es todavía un menor de edad cuando llega al frente occidental alemán para defender a su país en la Gran Guerra, que luego se llamaría Primera Guerra Mundial. Arrancado de su pueblo y su familia, en el frente hace amistades, empieza a padecer miedo y hambre y a medida que el relato avanza se hace claro que el final de la guerra no es tan próximo como les prometieron. Y que la victoria es cada vez más esquiva. Poco a poco sus amigos van cayendo heridos o muertos hasta que muere en octubre de 1918, un mes antes del fin de la guerra.

Si bien el libro fue escrito en Alemania en 1929, puede ser leído hoy como un manifiesto antibelicista. Las discusiones sobre el sentido de la guerra, quiénes son los que combaten, las pocas diferencias entre quienes están a uno y otro lado del frente y la desmoralización de los soldados son tan vigentes hoy, en otras guerras, como lo fueron hace un siglo, durante la Gran Guerra. Para la muestra, las siguientes citas. Todas se pueden leer, por ejemplo, a la luz del conflicto armado colombiano, o de cualquier conflicto contemporáneo:

Para el soldado, su estómago y su digestión son un campo mucho más familiar que para cualquier otro hombre. Las tres cuartas partes de su léxico provienen de aquí, y la expresión de su alegría, al igual que la de su más colérica indignación, encuentran en estas palabras su fuerza descriptiva. Es imposible, de otra forma, expresarse más clara y rotundamente. Nuestras familias y nuestros profesores se escandalizarán cuando volvamos, pero aquí es el idioma universal.

Resulta cómico, por otra parte, que la desgracia en este mundo venga tan a menudo de la mano de hombres cortos de talla. Son mucho más enérgicos que los altos.

Mientras ellos seguían escribiendo y discurseando, nosotros veíamos ambulancias y moribundos; mientras ellos proclamaban como sublime el servicio al Estado, nosotros sabíamos ya que el miedo a la muerte es mucho más intenso. Con todo, no fuimos rebeldes, ni desertores, ni cobardes —tenían siempre tan dispuestas estas palabras—; amábamos a nuestra patria tanto como ellos y al llegar el momento de un ataque, nos lanzábamos a él con coraje. Pero ahora distinguíamos. Ahora habíamos aprendido a mirar las cosas cara a cara y nos dábamos cuenta que, en su mundo, nada se sostenía. Nos sentimos solos de pronto, terriblemente solos; y solos también debíamos encontrar la salida

Los que son mayores están ligados con más fuerza al pasado; tienen una base, mujer, hijos, profesión, intereses, ataduras tan fuertes ya, que la guerra no puede destruir. Pero nosotros, los de veinte años, sólo tenemos a nuestros padres, y, algunos, a la novia. No es gran cosa, pues a nuestra edad es cuando la autoridad de los padres es más débil y las muchachas no nos dominan todavía. Exceptuando esto, no existía mucho más para nosotros; un poco de fantasía, algunas aficiones y la escuela; nuestra vida no llegaba más allá. De todo esto no ha quedado nada.

Aprendimos la instrucción militar en diez semanas, y en tan poco tiempo, nos transformamos más radicalmente que en diez años de colegio. Supimos que un botón reluciente es más importante que cuatro tomos de Schopenhauer.

si adiestras un perro a comer patatas y cuando ya está acostumbrado le echas un pedazo de carne, verás que, a pesar de todo, lo caza al vuelo porque eso está en su naturaleza. Si a un hombre le echas un poco de poder hará lo mismo, se tirará de cabeza a cogerlo. Es muy natural, porque el hombre, en el fondo, no es más que un animal cualquiera y sólo más tarde recibe una capa de decencia, como una croqueta la recibe de harina. La mili se basa en esto: que uno tenga siempre poder sobre otro. Lo malo es que, todos juntos, tienen demasiado poder

Cada uno de nosotros sabe que la rigidez de la vida militar termina sólo en la trinchera, pero que vuelve a empezar a pocos kilómetros del frente y, ciertamente, de la manera más estúpida, con saludos y con el paso de desfile. El soldado debe estar siempre ocupado, esto es una ley de hierro. El frente es una jaula en la que se ha de aguardar, nervioso, lo que sucederá.

No es sino por simple azar que el soldado conserva la vida. Y cada soldado cree y confía en el azar. Nos hemos convertido en animales peligrosos. No combatimos, nos defendemos de la destrucción. No lanzamos las granadas contra los hombres — ¡qué sabemos nosotros en estos momentos de todo esto!—, es la muerte la que nos acorrala agitando aquellas manos y aquellos cascos. podéis soportar los horrores mientras agacháis simplemente la cabeza; pero en cuanto reflexionáis, os matan.

¡Madre, madre! ¿Cómo puede comprenderse que yo deba separarme de ti? ¿Quién tiene derecho sobre mí sino tú?

Cuando uno se siente solo es cuando empieza a observar la naturaleza y a amarla

No sé de ellos nada excepto que son prisioneros y, precisamente, esto es lo que me conmueve. Su vida es anónima e inocente... Si supiera algo más de ellos, cómo se llaman, cómo viven, cuáles son sus anhelos, qué es lo que les mueve, mi emoción tendría un objeto y podría convertirse en compasión.

—Sí —pienso amargamente—, somos así nosotros, los pobres. Nunca nos atrevemos a preguntar el precio a pesar de que nos preocupe terriblemente.

—Es curioso pensar en esto —sigue Kropp—; nosotros estamos aquí para defender nuestra patria. Pero también los franceses defienden la suya. Entonces, ¿quién tiene razón?
—Quizá los unos y los otros —murmuro sin convicción.
—Correcto —dice Albert y leo en su cara que quiere meterme en un callejón sin salida—, pero nuestros profesores, nuestros pastores y nuestros periódicos dicen que sólo tenemos razón nosotros y quiero creerlo; sin embargo, los profesores, los pastores y los periódicos franceses pretenden tener razón tan sólo ellos. ¿Cómo te lo explicas?
—No lo sé —digo yo—. Sea como sea, estamos en guerra

¿Qué harán nuestros padres si un día nos levantamos y les exigimos cuentas? ¿Qué esperan de nosotros cuando la guerra haya terminado? Durante años enteros, nuestra ocupación ha sido matar; ha sido el primer oficio de nuestra vida. Nuestro conocimiento de la vida se reduce a la muerte. ¿Qué puede, pues, suceder después de esto? ¿Qué podrán hacer de nosotros?

la guerra es una causa de muerte como el cáncer o la tuberculosis, como la gripe o la disentería. Sólo que los casos mortales son más frecuentes, más variados y más crueles.


Sin novedad en el frente
Erich Maria Remarque
Círculo de Lectores
España
1929
151 páginas

Cambios, de Mo Yan

No es fácil juzgar una obra literaria escrita en otro idioma y a la que se accede sólo a través de la traducción, sobre todo cuando el idioma original no es el inglés, el francés, el portugués o el alemán, sino del chino, en el que los traductores no son tan abundantes. A veces los libros que llegan al español desde el chino o el japonés fueron traducidos primero al inglés y lo que logra leerse es una traducción de la traducción.

Leí Cambios, de Mo Yan, Premio Nobel de literatura 2012 y aunque la traducción fue chino-español, se trata de un español de España plagado de "cutre", "gilipollas" y otras perlas que hacen difícil diferenciar la paja del heno. Supongo que es ese el problema, porque de lo contrario estamos ante una obra menor de quien se supone es un grande de la literatura, como se supone que son todos los Premios Nobel (entran risas).

Cambios es un relato corto, autobiográfico, en el que Mo Yan relata pasajes de su niñez en Gaomi, al noreste de China, cerca del mar de Corea. La vida pobre y esforzada del campo, la influencia de El Partido en todos los aspectos de la vida cotidiana y las distancias y dificultades para conseguir cualquier cosa marcan el ritmo del relato. A partir de anécdotas puntuales el texto avanza y Mo Yan, ante la imposibilidad de lograr un cupo para la educación superior, se enrola en el ejército, allí muy lentamente asciende, hasta que logra estudiar letras y convertirse en el escritor que hoy es.

Cambios no presenta ni mucho menos una visión crítica del Partido Comunista o de "la situación" en China. El relato es el de un niño y luego un joven cándido, pobre, que se deslumbra con Pekín y que aspira a que sus padres tengan una vejez menos dura. La voz ingenua del niño recuerda a la de Kenzaburo Oé, en La Presa. Los cambios que sufre ese niño, luego  adoleschente, luego adulto, son también los cambios del país.

Algunos fragmentos:
Para un árbol, cambiar de sitio es la muerte; para un hombre, cambiar de sitio es la vida.

Antes, cuanta más grasa llevaba la carne, mejor; ahora, en cambio, lo que está de moda son las empanadillas de verdura. En cosas así se ve cómo cambia todo.

Ahora lo único que deseo es que alguien invente cuanto antes un conversointerlingüístico que sea a la vez simple, práctico, rápido y preciso, para resolver mis dificultades en el extranjero.

lo que demuestra que los asuntos de este mundo sufren infinitos cambios y evoluciones, que la suerte reúne a las parejas predestinadas a través de las más extrañas e imprevisibles coincidencias. No hay nada imposible.

Si un hombre no puede casarse con la mujer a la que ama, tiene que buscarse una que le aporte el mayor número de ventajas posible.

Cambios
Mo Yan
Editorial Seix Barral
Bogotá
2012
127 páginas

lunes, 5 de enero de 2015

Transmutaciones, literatura colombiana actual, de Antonio María Flórez

En el prólogo de esta selección, Antonio María Flórez hace un breve recuento de la historia reciente de la literatura colombiana, para señalar que los cinco autores seleccionados para ser incluidos en este texto (tres caldenses) podrían corresponder a lo que Orlando Mejía Rivera denomina como la "Generación mutante".

La selección incluye Toque de queda, de Adalberto Agudelo Duque, Noticias de la niebla, de Trinufo Arciniegas y El álbum de Mónica Pont, de Octavio Escobar Giraldo, que ya fueron reseñadas de manera individual en este blog, así como una selección de poemas del volumen A las cosas que odié, de Andrea Cote Botero, dedicado especialmente a la tierra, sin ser costumbrista, y tres ensayos literarios de Orlando Mejía Rivera.

Se trata de una selección arbitraria, como todas, y quizás dispar. Se incluye cuento, poesía, ensayo y novela, que puede ser como juntar peras con manzanas, sobre todo si los seleccionados en cada campo no son lo más representativo de cada género. Sin embargo, ¿quién puede decir qué nombres son los más dignos representantes del cuento o la poesía actuales en Colombia? Nadie tiene la última palabra. En ese sentido esta selección es una apuesta, una propuesta y deja ver algo de lo que se escribe hoy en el país en cuanto a temas y formas.

Los ensayos de Orlando Mejía son El espíritu de Basho, Hölderlin, nuestro contemporáneo y El extraño universo de León de Greiff. En los tres textos, con la erudición, el rigor y la sencillez narrativa que lo caracterizan, Orlando Mejía explica por qué los tres poetas son testigos de su época y siguen siendo vigentes en la literatura actual. Se trata de textos claros, amenos, informativos que ilustran sobre los tres poetas pero ilustran también sobre cómo puede escribirse un ensayo literario sólido.

Algunas citas de los ensayos:
Un poeta continua vivo cuando sus palabras atraviesan indemnes a generaciones, modas literarias y campañas de publicidad. 

El poeta auténtico debe unir las palabras de tal manera que suene la música que de antemano existe, aún antes de construir las combinaciones de palabras.

Transmutaciones, Literatura colombiana actual, 
Edición de Antonio María Flórez
Editora Regional de Extremadura
Mérida, España
2009
355 Páginas 

Noticias de la niebla, de Triunfo Arciniegas


Microcuentos, relatos cortos de media página o menos, algunos de los cuales parecen poemas de verso libre, componen este trabajo de Triunfo Arciniegas, autor reconocido por su literatura infantil (su versión de Caperucita Roja es excepcional), aunque esa clasificación de "literatura infantil", moleste a quienes consideran que es ponerle un calificativo de algo "menor" a una obra mayor.

En estas Noticias de la niebla hay gatos, ojos, amantes, niñas y seres que en breves líneas alcanzan a dibujar un paisaje fantasmagórico. Hay escenas de la vida cotidiana en las que, como un salto de liebre, aparece la magia. Se trata en general de textos breves, de un párrafo o poco más, que componen una imagen a manera de postal. 

Este libro me hizo recordar Un espejo después y otros relatos, del gran Luis Fayad, en el que también con microcuentos se construyen mundos enigmáticos. 

La primera edición con 70 relatos la publicó la Editorial de la Universidad de Antioquia en 2003. La versión que leí es una selección de 37 textos incluida en la antología "Transmutaciones", de Antonio María Flórez. 

Algunas citas:
Ella, que nunca saboreó el aroma de los hombres dormidos

Duerme como las fieras que se lamen los bigotes después del festín


Noticias de la niebla
Triunfo Arciniegas
En la Antología "Transmutaciones", de Antonio María Flórez
Editora Regional de Extremadura
Mérida, España
2009
Páginas 87 a 111

Comedia romántica, de Ricardo Silva Romero

-¿Le digo qué quiero yo, Benjamín, le digo de frente qué quiero?: una conversación que dure toda la vida.

Con esa frase de Martina empieza "Comedia romántica", una novela que se parece a "Antes del amanecer", la película de Richard Linklater en la que una pareja habla y habla y habla mientras recorre Viena. Comedia romántica es un diálogo continuo de 266 páginas en el que Martina y Benjamín hablan todo el tiempo sobre su relación. El diálogo comienza cuando ella tiene 30 años (se conocieron cuando ella tenía 19) y termina cuando ella tiene 67. Es un diálogo continuo, sin interrupciones ni capítulos ni cortes, aunque a medida que la conversación avanza ellos envejecen.

Se trata de una novela (muy) ligera, light, superficial. Martina habla a los 30 años y a los 67 en el mismo tono de niña consentida del estrato 6 bogotano. Y Benjamín, que nunca ha salido de Bogotá, habla en un tono que se parece al de una mujer. Los hombres de carne y hueso generalmente no verbalizan tanto.

La novela tiene algunos pasajes futuristas al final, porque la novela termina hacia los años 30 del Siglo XXI. Se trata de la contracara de El Espantapájaros, novela sobre la violencia colombiana que Ricardo Silva publicó en una edición doble bajo el título "Erase una vez en Colombia".

Algunas frases:
me ha dado la impresión de que usted es una esposa de esas de verdad. De pronto un poco narcisa, treinta por ciento egoísta, treinta por ciento dramática y cuarenta por ciento sensible, pero, como perro que ladra no muerde, a la larga no es nada del otro mundo. O por lo menos nada que no se pueda domesticar con un buen embarazo. 

Yo creo que estoy listo a comprarle un anillo de compromiso lleno de diamantes: uno barato.

Va a ver: el mundo entero se va a dividir en taxistas y pasajeros.

confesarle a usted que quería quedarme a vivir en su casa con sus papás (porque digámonos la verdad: lo mejor que usted tiene, su estrategia para levantar, son sus papás).

esta Bogotá tan arribista en la que los tipos lo hacen sentir a uno con fecha de vencimiento y la gente tarde o temprano da su brazo a torcer, es la vida de verdad.

este país era una pirámide que se le había plegado a tres banqueros.

no cantar en público es la única dignidad que me queda.

Yo me niego a que se me convierta la vida en un taller de reparación de mí misma como a esas amigas que un día lo llaman a uno a decirle "mi psiquiatra me dijo que te dijera que te perdono por todo lo que me hiciste en la primaria".

yo, que soy una sobreviviente del matrimonio, le puedo decir que uno tiene que casarse con una persona con la que pueda pasarse toda una tarde en un centro comercial o, por lo menos, en el peor de los casos, con alguien que quiera hacer mercado con uno.

La pasión del matrimonio, Dios mío, imagínese usted el tamaño de la estupidez: ni que no hubieran tenido papás.

una flor no puede cuidar de otra flor: todas las relaciones de pareja necesitan que alguno de los dos sea un jardinero.

así como es imposible que un gringo viva la vida igual que la vive un japonés, no es posible que un hombre entienda del todo a una mujer, hay muchas cosas que se pierden en la traducción.

dejar de tocarse es como olvidar la mitad del alfabeto.

yo le hago daño a veces porque no tengo a nadie más para dañar.

La gente es bruta: solo hay que entrar a los baños públicos para darse cuenta.


Comedia romántica
Ricardo Silva Romero
Editorial Alfaguara
Bogotá
2012
266 páginas

viernes, 2 de enero de 2015

Toque de queda, de Adalberto Agudelo Duque

No sé si Toque de queda es una novela o un cuento largo o varios cuentos. En todo caso eso no importa, y además esa sensación de no saber "esto qué es" no es ajena a lo que escribe Adalberto Agudelo.

El texto está dividido en varias partes: La noche de las barricadas (que entiendo apareció como cuento independiente), La manifestación, La ejecución y Los funerales. El tema son las protestas que ocurrieron en las universidades públicas de Manizales en 1976 y que dejaron un estudiante muerto y pérdidas en muchos locales comerciales luego de varios días de enfrentamientos entre los universitarios y la fuerza pública.

La narración es en segunda persona del singular, esa forma escasa en la literatura que eligió Carlos Fuentes para Aura. Acá, un estudiante le cuenta a alguien (quizás otro estudiante), que "La cosa fue tesa llave", y describe los abusos de los uniformados, en un tono que me hizo recordar a Los soldados, de Alvaro Cepeda Samudio, en La casa grande. 

A Agudelo le gustan los juegos formales. Lo suyo no es la prosa limpia y diáfana que se lee para centrarse en la historia y avanzar a zancadas entre página y página. A él le interesa jugar con el narrador, con el punto de vista, la repetición y toda la pirotecnia gramatical. Hay quienes lo acusan de escribir para ganar concursos y ser efectista. No sé si lo sea o no, pero a veces tanta parafernalia distrae la lectura. O la vuelve críptica como en De rumba corrida. En Toque de queda la historia es clara (y breve). Si es memorable o no, sólo puede decirlo el tiempo. 

Algunas frases:
A la luz del día la soledad es menos soledad y el miedo menos miedo.

A la larga, ninguna espera rinde sus frutos.

cuando pienso cuán fácil es morir me pregunto por qué mueren unos y no otros o si esa es la muerte que nos toca. Sí. A veces la muerte se equivoca de muerto. Todavía no entiendo por qué debías ser tú.

Sentían miedo pero muchos miedos juntos eran capaces de ganarle a la derrota las más duras batallas.

Toque de queda
Adalberto Agudelo Duque
En la Antología "Transmutaciones", de Antonio María Flórez
Editora Regional de Extremadura
Mérida, España
2009
Páginas 40 a 86

El álbum de Mónica Pont, de Octavio Escobar Giraldo

Leonel Orozco es un escritor manizaleño parecido a Octavio Escobar. Viaja a Cadiz invitado al festival de teatro en el que la Corporación Teatral Casa Rosada presenta un montaje basado en el cuento suyo Nino Bravo que estás en los cielos. (Octavio Escobar tiene un cuento con ese título y Orlando Mejía, su coterráneo, una novela titulada La Casa Rosada).  Allí en Cadiz, Leonel conoce a un periodista colombiano que vive en Madrid. El periodista lo invita a pasar unos días en su apartamento y Leonel aparece allá unas semanas después.

Mónica Pont es una actriz española de cine, teatro y televisión. Una diva cuya imagen se repite en revistas, afiches y vallas. Estando en Madrid, Leonel se obsesiona con un afiche de la actriz en una estación del metro y empieza a escribir sobre lo que ve: la imagen de ella, el afiche mutilado, un afiche sobre la antigua imagen. 
Esos textos, más otros sobre temas varios, los envía Leonel Orozco desde Tánger a su amigo periodista en Madrid. El periodista transcribe y publica los escritos de Leonel cuando ya no se tiene noticia de él. El libro es un éxito en ventas y para una segunda edición el periodista escribe un prólogo más extenso sobre cómo conoció a Leonel, lo que se sabe de sus días en Cadiz y Madrid. Ese prólogo constituye la obra. Es decir "El álbum de Mónica Pont", la obra de Octavio Escobar, es un prólogo de El álbum de Mónica Pont, el libro de Leonel Orozco del que sólo conocemos los apartes que se citan en el prólogo. 
Con juegos como éste, hipertextos, citas, referencias a personajes reales como los escritores Philip Potdevin, Consuelo Triviño o Marco Schwartz. o el director del Festival de Teatro de Manizales, Octavio Arbeláez Tobón, y otros guiños a referentes culturales, geográficos y personales, se construye esta obra, cercana a esa escritura "postmoderna" con la que se rotuló a Octavio Escobar Giraldo a partir de la publicación de El último diario de Tony Flowers. El tono del libro es el de un prólogo, es decir un texto informativo, explicativo, frío, con referencias, comentarios y citas sobre el supuesto autor y el supuesto álbum. Incluye además una larga reseña sobre el pintor Pierre Klossowski, hermano de Balthus y numerosas referencias a calles y sitios de Cadiz y Madrid. 

Con este libro escrito en 2003, Octavio Escobar Giraldo ganó la IX Bienal Nacional de Novela "José Eustasio Rivera". La edición publicada por la Universidad de Antioquia no se consigue, pero el libro está incluido en "Transmutaciones, Literatura Colombiana Actual", antología de Antonio María Florez publicada por la Editora Regional de Extremadura, que incluye además obras de Triunfo Arciniegas, Adalberto Adudelo Duque, Orlando Mejía Rivera y Andrea Cote Botero. 

Algunos apartes:
Abominaba de quienes citan y citan autores pero desconfiaba de aquellos que dicen deberlo todo a la experiencia y nada a los libros, consciente de que se utiliza un código y una tradición milenarios y es posible transformarlos o rebatirlos pero no despreciarlos. En su opinión, las iconoclastias nacen de la comprensión y la rebeldía, no de la ignorancia.

"Yo soy irresistible para las mujeres", aclarando enseguida: "Ninguna me aguanta más de dos meses".

Todos quisiéramos ver en los sacrificados nuestros de cada día a los extras de una producción de bajo presupuesto, pero son reales. Lo terrible es la multiplicación de la muerte, el repicar televisivo de los ataúdes nos está insensibilizando, despojando a las víctimas de sus nombres. Vivimos en el territorio del cadáver, del ciudadano anónimo sepultado sin honores.

entregarse es experimentar la muerte con la posibilidad del regreso, abandonarse al caos, dar a la memoria licencia para recordar lo irrecordable, extrañarse en el lenguaje del olvido.

Nada sobre la tierra se puede imaginar, todo se compone de detalles únicos, frágiles, rotos con facilidad y con facilidad convertidos en dolores y nostalgias.

Aquí la muerte está relacionada con tanta grasa en la piel, la presión alta o la vejez. En mi país se muere muy fácil por bala, cuchillo o un desastre natural, o por simple desidia.

El álbum de Mónica Pont
Octavio Escobar Giraldo
En la Antología "Transmutaciones", de Antonio María Flórez
Editora Regional de Extremadura
Mérida, España
2009
Páginas 113 a 204

Después y antes de Dios, de Octavio Escobar Giraldo

A finales de los 90 un crimen estremeció a Manizales: Angela Botero, una abogada, dueña de una inmobiliaria, hija única de una conocida familia de la ciudad, le disparó a su mamá en su apartamento del Edificio El Carretero, veló el cuerpo por dos días y huyó por la carretera que conduce a Medellín sin que hasta hoy, 15 años después, se sepa de su paradero.

El homicidio fue tema de todas las conversaciones en Manizales durante varios meses: Que Ángela le dejó una carta a su tío, que estaba acosada por las deudas, que le debía plata a narcos... todo tipo de especulaciones crecieron sobre la historia. 

Esta anécdota, al igual que una estafa millonaria cometida por un sacerdote a familias ricas de Manizales, también por la misma época, son el punto de partida para Después y antes de Dios, novela que Octavio Escobar Giraldo ubica en Manizales, en 2005 (durante la agonía de Juan Pablo II), y que resultó ganadora del XLV Premio Internacional de Novela Corta Ciudad de Barbastro, en España, en Junio de 2014, y nominada entre las finalistas del Premio Nacional de Narrativa Colombiana 2014 que entregará la Universidad Eafit en los próximos días.

La novela se lee con el mismo vértigo de Destinos Intermedios, del mismo autor. Ambas son novelas negras en las que la tensión obliga a avanzar en la lectura. En Después y antes de dios el crimen ocurre en las primeras páginas y lo que sigue es una fuga hacia la zona rural de Aguasblancas, municipio que se parece mucho a La Dorada y que también aparece en Destinos Intermedios.  Las cosas se salen de control y las últimas líneas del relato constituyen, a mi modo de ver, uno de los finales abiertos mejor logrados en la narrativa colombiana de los últimos tiempos.

La novela es una crítica a la sociedad manizaleña, tan cómoda en la costumbre del disimulo, que le impide, por ejemplo, a los ricos venidos a menos aceptar su nueva situación. El honor de la familia, del apellido, justifican cualquier actuación por reprochable que sea. También es una crítica fuerte a la educación religiosa, a la doble moral de los muy piadosos, que se creen redentores y leen la biblia, convencidos de hacer el bien y obtener la salvación, sin darse cuenta de los crímenes que cometen, y por supuesto sin el menor asomo de arrepentimiento.

La doctorcita, la protagonista sin nombre y apellido, es un personaje sólido, ambiguo. Mata a su mamá, comienza una relación homosexual, huye, engaña y sin embargo muestra más perturbación por el desorden de su compañera que por el crimen que cometió. La Biblia le promete paz y salvación y ella, en medio de su ingenuidad, confía en el paraíso que le espera hasta el último párrafo.

Si bien la buena literatura crece en silencio y soledad, lejos de la farándula y los reflectores, es una lástima que los "grandes medios" no visibilicen más la obra sólida, robusta y variada de Octavio Escobar Giraldo. Se la pierden los muchos lectores, interesados en los buenos libros. 

A continuación, unas pocas citas:
Hay personas que tienen un olfato canino para las debilidades de los demás, para sus momentos de crisis.

Todas nuestras familias, en especial las que valen la pena, descienden de un cura

A las dos de la tarde alcanzamos la falsa planicie del páramo de Letras. la ocupan unas bodegas en forma de domo que aprovechan la refrigeración natural, y unas cincuenta casas, dos o tres de las cuales son fondas camineras. En una pequeña explanada se ven la escuela y su cancha de fútbol, donde los niños, sin pensar en los efectos de la altura, juegan usando sombrero, ruana y botas pantaneras. Disminuí la velocidad: un paisaje así, de rocas, cascadas, arenas y pastos cortos, de viento y silencio, al que el milagro de un rayo de sol despierta en las mañanas, es mi idea del cielo. 

Una fila de vehículos nos detuvo antes de llegar a Mariquita. Tras unos minutos, le pedí que se acercara al corrillo que había cincuenta metros más abajo para averiguar lo que pasaba. Las posibilidades eran varias: un derrumbe de tierra, un accidente, un ataque guerrillero, una protesta, un retén militar. Siempre he dicho que las carreteras colombianas son muy entretenidas.

El pudor es una de las pocas cosas que nos separan de las bestias.

Para quienes tenemos verdadera fe, la muerte no es un problema, pero no la profesan con sinceridad.


Después y antes de Dios
Octavio Escobar Giraldo
Editorial Pre-Textos
Valencia, España
2014
210 páginas