miércoles, 21 de septiembre de 2011

Tanta Sangre Vista, de Rafael Baena

Con este libro confirmé lo que escribí recientemente sobre Rafael Baena: que es muy buen escritor y que está narrando una época poco contada de nuestra historia.

Este libro, escrito antes que "Vuelvan Caras Carajo", transcurre en el Siglo XIX en dos épocas distintas. La estructura intercala capítulos narrados en la primera persona de Enrique Arce, "veterano de guerra", de alguna de las numerosas guerras civiles del Siglo XIX, y capítulos en tercera persona que cuentan la historia de su nieto Ricardo.

Leí recientemente en una entrevista que el autor pensó titular el libro "Caballería Chusmera", y ése es en realidad el trasfondo de la historia: una sucesión de ejércitos irregulares, bandoleros, guerrilleros, autodefensas, etc. que se ubican en el Siglo XIX pero explican perfectamente la violencia que llega hasta hoy. Porque quizás una de las cualidades de este libro es que muchísimos apartes pueden leerse como si se estuviera hablando del presente de Colombia, no sólo para narrarlo, sino para explicar el hilo conductor de todas las violencias, que se ven como una sola guerra irregular e intermitente desde las guerras de la Independencia que Baena cuenta en "Vuelvan Caras Carajo" hasta las de hoy.

En eso el libro es magistral, al igual que en la construcción de algunos personajes como Camila, la esposa de Enrique y abuela de Ricardo. Quizás el autor se queda corto a la hora de narrar el duelo, la tragedia familiar, pero quizás también ello obedece a que los duelos más profundos son silenciosos, se viven pero no se hablan.

A diferencia de "Vuelvan Caras Carajo", que se basa en personajes históricos, con referencias a lugares y fechas precisas, "Tanta Sangre Vista" no usa referentes históricos precisos, aunque el contexto sí lo es.

Acá van algunas frases de este libro recomendadísimo:

"el más alborotador de todos, uno de esos tipos a quienes bastaba echarles una ojeada para hacer que uno se preguntara qué demonios iban a hacer con sus vidas cuando se firmara la paz y a todos nos tocara ir a echarles maíz a las gallinas y a criar potros cerreros".

"La verdad es que peleaban por costumbre, porque no sabían hacer nada más, porque a lo mejor tanta sangre vista y tanto retumbar de cañón les habían aturdido las entendederas, lo cual explicaba ese aire de orfandad común a la mayoría".

"Por aquellos días, fiesta que se respetara contaba con un pelotón de fusilamiento".

"hacia el más allá, en el supuesto de que exista un más allá, lo cual no sería nada atractivo para él porque después de tragar tanta mierda y de lidiar con el incomprensible, vanidoso y veleidoso género humano, lo menos que puede esperarse como premio, si es que existe un premio, es el olvido. En ambos sentidos: ni que lo recuerden a uno, ni recordar a los que quedaron los los pies sobre este mundo de apariencias".

"en el diseño quedó contemplado que la memoria fuera refundiéndose para que la vida no doliera tanto al final y, de ese modo, en el momento del tránsito, echarse en brazos de la parca con indiferencia, sin añoranza del pasado ni expectativa hacia el futuro".

"alguna dama, soltera o casada, de extracción humilde o posición acomodada, que eso no importa porque en materia de mujeres Ezequiel es omnívoro".

"No hay nadie más odioso que quien pone en duda los planes de los demás sin aportar uno propio".

"Un hombre que asumía la guerra como lo que era: una molestia ineludible e inaplazable, no una profesión, y mucho menos una forma de vida".

"respetables amas de casa que le apostaron a buscar la felicidad en el tálamo nupcial y ahora, enfrentadas a la aburrida realidad de hacerse viejas al lado de maridos a los que ya no aman, o nunca amaron, esperan que los hijos se encarguen de restituirles sus sueños desvanecidos, cuando no rotos".

"La gente, en las conversaciones de calle y café, se queja mucho y se nutre con las críticas publicadas en los dos periódicos de la oposición, pero a la hora de las elecciones vuelve a votar por los mismos de siempre, de manera que la vida de la nación semeja un marasmo eterno".

"Era una pequeña y sangrienta masacre con víceras expuestas y miembros amputados, una visión que recomendaría a todos aquellos que se empeñan en encontrarle el lado estético a la guerra sin haber estado jamás en una".

"una de las cosas que había aprendido en la vida era que todo noviazgo es un dolo, un juego de máscaras en que ninguna de las dos aprtes deja ver todas las cartas sino hasta el momento en que ya es demasiado tarde, convirtiendo de esa forma sus vidas en calvarios, fraudes perpetuos que apenas sobreviven en función de los hijos".

"para perderlos bastaría combinar los ojos de una mujer bonita con el nacimiento de una pasión por algún oficio o profesión. Es cosa jodida eso de querer a los hijos y al mismo tiempo buscar la manera de que levanten el vuelo".

"Si debiéramos definir la más pura esencia de lo femenino con apenas un rasgo, desecharíamos la delicadeza, el instinto maternal, el temperamento impresionable, los pies pequeños, el humor variable, las caderas anchas y todos los atributos que se supone caracterizan a las mujeres, y nos quedaríamos con su capacidad para intuir cuando uno está mintiéndoles".

Rafael Baena
Tanta Sangre Vista
Editorial Alfaguara
Bogotá
2007
314 páginas