lunes, 24 de octubre de 2011

La vida está en otra parte, de Milan Kundera

Éste fue el primer libro que reseñé en el Club Secreto, el 17 de noviembre de 2005.

Este autor es uno de mis favoritos. Aquí va solo una selección de una literatura que disfruté de comienzo a fin.


“Nunca había sido así, cuando el amante le besaba el pecho era un segundo que había que pagar luego con horas de duda y desconfianza; esta vez sabía que aquella boca estaba allí adherida como prueba de una fidelidad ininterrumpida de la que estaba segura”. Pág. 11
“El amante había podido utilizar su regazo, pero nunca había vivido en él; podía haber tocado su pecho, pero nunca había bebido de él”. Pág. 11
“¿No vivimos en un mundo en el que hombres sin cabeza no saben hacer otra cosa que desear un trozo de mujer sin cabeza?”
“El caserón en el jardín silencioso, el río umbroso con la barca amarrada que hacía soñar con largas navegaciones, el negro coche de caballos que de tiempo en tiempo paraba frente a la casa y se llevaba a la señora alta, parecida a una princesa de los cuentos infantiles, el balneario abandonado a orillas del río, donde se podía llegar en el coche de caballos y entrar en él desde el coche, como se pasa de un siglo a otro, de un libro a otro, de un sueño a otro, la plaza renacentista con su angosta arcada, entre cuyas columnas lucharon los espadachines, ése era el mundo en el que penetró, maravillado, Jaromil”. Muy linda descripción. Pág. 34
““La novela es indispensable al hombre, como el pan” (…) ¿Por qué? Porque en ella se encontrará la clave de lo que el historiador –el mitógrafo vencedor- ignora o disimula”. Prólogo Carlos Fuentes, Pág. XVI
“”La novela no está amenazada por el agotamiento –dice Kundera-, sino por el estado ideológico del mundo contemporáneo. Nada hay más opuesto al espíritu de la novela, profundamente ligada al descubrimiento de la relatividad del mundo, que la mentalidad totalitaria, dedicada a la implantación de una verdad única”. Prólogo Carlos Fuentes, Pág. XVI
"Idilio es el nombre del viento terrible, constante y descompuesto que atraviesa las páginas de los libros de Milan Kundera. Es lo primero que debemos entender”. Prólogo Carlos Fuentes, Pág. XVII
“El comercio de la historia consiste en “Venderle a la gente un porvenir a cambio de un pasado””. Prólogo Carlos Fuentes, Pág. XVII
"Siempre había deseado un amor en que poder envejecer armónicamente, el cuerpo junto al alma (a decir verdad, un amor así lo había ansiado entre sueños desde hacía mucho tiempo); pero ahora, en este difícil encuentro, al que se enfrentaba de repente, el alma le parecía extremadamente joven y el cuerpo penosamente viejo, y por eso iba caminando en su aventura como si pisara con pie tembloroso de la cuerda floja, sin saber si habría de ser la juventud del alma o la vejez del cuerpo la que fuera a provocar la caída”. Pág. 51
“…su primer encuentro no había sido sólo un complot de dos cuerpos que hubieran aprovechado una ocasión oportuna”. Pág. 51
“...“No quiero que me des nada más que tu libertad, tu exclusiva y absoluta libertad”, y pretendía cerciorarse constantemente de que así era. (…) Cuanto más intentaba aprender su libertad, más se transformaba ésta en un trabajo, en una obligación, en algo que le exigía preparar en casa con qué palabra, con qué deseo, con qué acción podría sorprender al pintor y manifestarle su espontaneidad, de modo que el peso de la libertad la abrumaba como onerosa carga”. Pág. 54
“…pero el pintor ya no la quería pintar y en lugar de eso hizo el amor con ella, sosteniendo entre sus manos aquella cara pintada, como si lo excitara de modo especial hacer el amor con una mujer que fuese su creación, un objeto de su fantasía, un cuadro suyo, como un Dios que fornica con una mujer, su propia obra”. Pág. 58
“…se vería obligado a imaginarse (ahora, la próxima vez y para siempre) junto a ella los pechos desnudos, el vientre, los muslos, el trasero; era una cara iluminada por la desnudez del cuerpo; seguía produciéndole la misma ternura, pero esa ternura ya era distinta, porque a través de ella el corazón le latía con inusitada fuerza”. Pág. 65
“(Esto nunca hubiera podido pasarle a Javier, porque Javier no tenía ni madre ni padre y no tener padres es la primera condición de la libertad”. Pág. 150
“…pero por otra parte la desnudez es como el estado de la veracidad corporal…”. Pág. 165
“Cuando se levantaron a la mañana, a Jaromil le dio miedo mirar el cuerpo de ella; le parecía tan dolorosamente bello, tanto más bello porque no le pertenecía”. Pág. 172
Milan Kundera
La vida está en otra parte
Editorial: Seix Barral
Año publicación: 1969

2 comentarios:

Adriana Villegas Botero dijo...

Ese título me gusta mucho. Y qué tal esta frase: "pero por otra parte la desnudez es como el estado de la veracidad corporal". Da ganas de leer el libro.

Claudia Mejía -Summer Company dijo...

Es un libro precioso. Me parece aún más entrañable que la emblemática Insoportable levedad del ser. El erotisto de este libro es increíble, en la medida perfecta. Recomendadísimo, y a modo de publicidad, Laverde lo tiene.