sábado, 6 de febrero de 2016

Siempre fue ahora o nunca, de Rafael Baena


El periodista y fotógrafo Rafael Baena se dedicó de lleno a la literatura a los 50 años de edad, después de una vida de trabajo en salas de redacción y como reportero en infinidad de recodos de la geografía colombiana. En 2007 publicó su primera novela, Tanta sangre vista, y a partir de ahí, en un lapso de apenas ocho años alcanzó a publicar siete obras, en una carrera contrarreloj contra la muerte que lo acechaba ya hace tiempos en forma de cáncer de pulmón, hasta que el 14 de diciembre de 2015 el aire literalmente se le acabó.

En Siempre fue ahora o nunca Baena vuelve al tema que lo apasiona: las violencias colombianas, que como él se encargó de documentar, son una sola larga guerra desde el Siglo XIX hasta nuestros días. La novedad de esta obra, en relación con otros títulos como  Tanta sangre vista, o La bala vendida, o el extraordinario ¡Vuelvan caras, Carajo!, que transcurren en el Siglo XIX, Siempre fue ahora o nunca se centra en el final del Siglo XX, desde los años 70 con la bonanza marimbera, hasta comienzos de 2000, con la llegada de Uribe al poder y el auge del paramilitarismo. Es, como lo señala el autor, el relato de la tragedia que nos tocó vivir a los de esta generación.

El libro es un rompecabezas construido a partir de capítulos cortos que intercalan historias de personajes que al principio se muestran inconexos pero que a medida que va avanzando el relato van encajando en las vidas de los otros hasta que el panorama queda completo. 

Sostener el ritmo a lo largo de 630 páginas no es fácil y por ratos el autor no lo logra. Es posible que muchos lectores no superen las primeras 100 páginas, que son lentas y en donde la relación entre personajes no es clara. Pero alcanzado el primer centenar de hojas, la historia toma vuelo, la tensión empieza a aparecer, y aunque algunos personajes no llegan a cuajar (las niñas son siempre niñas aunque pasan los años... como si no crecieran; se insinúa una relación lésbica que tampoco se desarrolla) otros personajes se vuelven entrañables, en especial el reportero gráfico Toño Almanzor, que en muchos aspectos parece alter ego del autor. El final puede parecer apresurado, aunque luego de 630 páginas dudo que pueda afirmarse algo así.

Además de Toño, la narradora Raquel Arbeláez es una abogada que ha ejercido todo tipo de reportería hasta culminar como jefe de redacción de un periódico que siempre está sobreaguando crisis económicas. Ambas voces salpimientan el relato con reflexiones sobre el oficio del periodismo. A estos comentarios se suma además el relato histórico del conflicto político colombiano de los últimos tiempos. Sin tratarse de un ensayo histórico, aparecen los cuerpos de paz, las Farc, el ELN, el narcotráfico, los paras, las masacres, Turbay, Belisario, el M-19, el Palacio de Justicia, Lara Bonilla, Galán, Pablo Escobar, el Avión de Avianca dinamitado en vuelo, Guillermo Cano, la UP, Bernardo Jaramillo, Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro, la bomba a El Espectador, Elsa Alvarado y Mario Calderón y otras víctimas claves. Pero no sólo está Colombia, también aparecen la Revolución Sandinista, la guerra en Salvador, el golpe a Allende, la guerra en Ruanda, en Bosnia... No se trata de una enumeración exahustiva ni de una clase de historia: los hechos van mezclándose con los protagonistas y aunque éstos no quieran el contexto les va marcando su destino. 

Rafael Baena era un genio, un personaje como sacado del Renacimiento, de esos humanistas que saben mucho de muchas cosas. Además, un narrador extraordinario, honesto y culto. Su temprana muerte es una pérdida enorme para la literatura colombiana, pero al mismo tiempo es una fortuna que la pasión con la que se dedicó a escribir en los últimos años haya dejado testimonio de tantas guerras, sobre todo ahora que se habla del supuesto fin de todas ellas. Toño Almanzor seguro pensaría que sí, que ojalá terminen, con una mueca escéptica.


Algunas frases (difícil escoger, hay muchas citas citables) 
"los carga ladrillo con ínfulas de literatos somos una de las plagas contemporáneas mayormente extendidas junto con los textos de autoayuda, las memorias, las autobiografías de personajes con egos inversamente proporcionales a su importancia y la profusión de obras en las que el autor pretende que el lector aporte la magia y haga el trabajo que él no hizo".

"pronto entendí que si de verdad deseaba cumplir mi sueño necesitaba tener algo que decir, lo cual no era el caso. Cada idea que venía a mi mente era superada de inmediato por mis lecturas, a todas luces superiores a cualquier invención propia".

"uno de esos aguaceros que sólo ocurren en la Biblia y en el Caribe".

"lo que tú y los demás consideran mi éxito profesional y notoriedad no es más que una serie de frustraciones".

"los humanos estamos llenos de vacíos".

"denominar bandoleros a todos los alzados en armas era una ligereza. Para decirlo de una manera simple, algunos de ellos eran secuelas de violencias anteriores".

"el periodismo es una profesión de alto riesgo, según creo. Sobre todo de riesgo mental, porque en pocos años de acelere, trasnocho y escaso tiempo para dedicar a las cosas realmente importantes puedes quedar convertida en una cretina".

"en un ochenta por ciento de los casos todos pertenecían a familias que habían ejercido la política y que, por tanto, sentían que el Estado era de ellos, que la cosa pública era de su propiedad y que por designios de la divina Providencia, o algo semejante, la riqueza nacional constituía una gigantesca e inagotable teta hereditaria destinada a darles de mamar a perpetuidad".

"era lo suficientemente perspicaz como para darse cuenta de que su principal obstáculo en la vida era ella misma".

"la aritmética, la geometría, la historia y el castellano, las materias cuyo aprendizaje para ella eran lo más importante y que de hecho eran muy importantes, debían pasar a un segundo plano frente a la enseñanza del sentido común. Una vez lograda esa meta básica, cuando ellos sintieran tener el control sobre sus vidas aunque realmente no lo tuvieran, sería muy fácil instruirlos en lo demás". 

"si quiero escribir debo hacerlo ahora o no lo haré nunca".

"no existen prostitutas más prostitutas que las mujeres casadas, porque se someten a los caprichos del marido a cambio de una contraprestación económica permanente".

"no es mejor periodista quien primero lo dice sino quien mejor lo dice".

"los fierros que invariablemente se fabrican en el hemisferio norte y se disparan en el sur".

"Como los países productores hace muchos años que protagonizan conflictos breves y limitados, y además ajustamos ya más de medio siglo desde la última gran conflagración mundial, por simple lógica aritmética su comercio debería disminuir, pero sucede todo lo contrario, no sólo porque las potencias necesitan alimentar conflictos de corte colonial sino porque las guerras civiles o las guerritas entre republiquetas son estrategias para mantener distraídos y endeudados a los dueños de las materias primas y los recursos naturales. Así, mientras tú y yo nos matamos, aquel se lleva el botín grande pasa su casa y luego regresa a vendérnoslo más caro".

"creía haber aprendido ya lo suficiente sobre el amor como para saber que este nos es compatible sino consigo mismo. En todas las demás actividades humanas hace ruido, por no decir que estorba".

"Los seres humanos padecemos varios tipos de ceguera, la mayoría de ellas mucho más inexorables y difíciles de remediar que la pérdida de la visión propiamente dicha".

"puta universidad apoltronada sobre su prestigio y comprometida a fondo con el ánimo de lucro".

"¿en qué consiste esa vaina de "comunicador social"? La respuesta podría abarcar un rango que va desde el tipo que vende bocadillos veleños en la calle recurriendo al perifoneo hasta el experto en relaciones con la comunidad de una multinacional petrolera".

"El periodismo es en sí mismo una militancia que no puede ser contaminada por ninguna ideología".

"Como también me había quedado sin trabajar, mi reto diario más exigente consistía en amarrarme los cordones de los zapatos".

"le producía un inmenso rechazo la autoridad ejercida a partir del miedo, que además era un error en contravía de las más elementales reglas de estrategia. Un buen general busca aliados, no súbditos".

"El poder acompañado por la impunidad conduce a la desfachatez".

"el conformismo también puede ser talante de sabios y uno de los principales valores de la edad madura".

"la fragilidad en un hombre no es un rasgo muy seductor que digamos".

"la supervivencia de nuestra especie y su progreso habrían sido imposibles si, como ocurría en la posmodernidad, unos hipotéticos ecólogos del pasado se hubiesen atravesado en los planes de la gente emprendedora".

"de todos los pecados propios de la juventud la grandilocuencia es el más difícil de detectar, sobre todo para quien la protagoniza".



Rafael Baena
Siempre fue ahora o nunca
Editorial Alfaguara
Bogotá
2014
630 páginas