El geólogo y escritor Ignacio Piedrahíta Arroyave publicó en 2006 la novela "Un mar", un texto de ficción construido a partir de su conocimiento sobre la minería, la exploración y las rocas, en este caso las piedras calizas, y en el que la narración fluye con ese ritmo pausado y hondo que es habitual en sus textos. "No hay prisa para la tierra en estas profundidades", escribe en un aparte de esta novela, y ese "no hay prisa" está presente también en la forma de narrar.
"Un mar" está estructurada en 25 capítulos cortos que cuentan unos meses en la vida de Arenas, un geólogo que se traslada a una ciudad al lado del mar para liderar la exploración de una montaña en la que una fábrica cementera espera encontrar roca caliza. La superficie de la montaña no permite ver lo que hay en su interior. Es necesario perforar con paciencia y con la certeza de saber que muchas veces la exploración no conduce a un hallazgo de valor. Lo mismo hace el escritor con el personaje: de Arenas vemos su uniforme, su rutina, su vivienda, pero es necesario explorar a través de las páginas, con mucha paciencia, para poder identificar sus pensamientos más profundos.
La novela recrea la cotidianidad de una exploración minera, un ambiente fuertemente masculino, pero al mismo tiempo explora una veta que al comienzo apenas se insinúa y luego empieza a crecer: el interés de Arenas por una mujer casada. Esa condición de casada ofrece un sustrato tan conocido para el lector que el autor se abstiene de cualquier exploración existencial o juicio de valor. Los hechos y las ensoñaciones permiten construir un relato que va del corazón de la montaña a la profundidad del océano, en donde el protagonista Arenas se muestra como un personaje mineral: pausado, reservado, cerrado, solitario. Sólo el tiempo permite verle variaciones.
Esta novela fue ganadora de una beca de creación en Medellín y finalista de un concurso convocado por Mincultura. Hizo bien la Editorial Eafit al decidir volver a editarla en 2023.
Algunos subrayados
El exterior de una piedra se asemeja a un velo (p. 32).
Con su herramienta parte la roca y examina su anatomía interna con el fin de averiguar su pasado. Su oficio tiene algo de examen oculto de los hechos antiguos (p. 32).
Hay algo de macabro en esa condición de explorador, pues se trata de entender el funcionamiento de la tierra para ir directo a su destrucción (p. 35).
el secreto de esta profesión es pasar inadvertido (p. 88)
Bajemos más y más, no importa el calor, no importa la presión, nuestros oídos son de cuarzo y nuestros cuerpos de vapor. sienta lo que ocurre aquí debajo de la corteza de la tierra, todo es calor y presión, mire las rocas cómo se funden y se oprimen unas contra otras. Ahora entréguese a ese magma. Ese es el punto de partida de nuestro viaje, ahora comenzaremos a ir hacia adelante. Suspéndase, sienta que a pesar de nuestro esfuerzo hay algo que nos empuja hacia arriba, es la roca fundida que quiere subir porque está muy caliente y necesita enfirarse. Venga aferrémonos a esa masa incandescente que va lentamente hacia arriba, no podrá hacernos daño. Tardará millones de años en subir a la superficie, pero no hay problema, podemos esperar: no hay prisa para la tierra en estas profundidades. Viajemos con ella en el tiempo hasta que llegue a la cima, hasta que ella misma sea la montaña. Nosotros somos ahora la montaña. ¿Lo comprende? (p. 103).
cada pie que penetra el taladro equivale a miles de años rumbo a ese pasado de aguas cálidas y transprentes, anteriores al lio y a la arcilla que lo cubrieron todo (p. 113).
Lo extraño de la noche no es más que su propio estado de aturdimiento (p. 121).
Un mar
Ignacio Piedrahíta Arroyave
Editorial Eafit
Medellín
2023 (primera edición 2006)
178 páginas
Ignacio Piedrahíta Arroyave
Editorial Eafit
Medellín
2023 (primera edición 2006)
178 páginas
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