viernes, 19 de abril de 2024

Alfonsina Storni en 50 poemas (selección y prólogo de Silvia Miguens)

"Alfonsina sí vuelve" dice en la última página, en una sutil nota al pie, esta edición cuidada de Tres Cantos que trae de vuelta los versos de Alfonsina Storni, la gran y libre poeta Argentina que nació en 1892 y se suicidó en 1938.

El título anuncia 50 poemas de Alfonsina Storni, pero el volumen incluye varias sorpresas. Para empezar, un prólogo lúcido, completo y ameno de la profesora y escritora argentina Silvia Miguens, quien ofrece detalles de la vida de Alfonsina que sirven para desentrañar claves de sus poemas. El prólogo cuenta que Alfonsina fue una mujer tremendamente libre en una época en la que esto no era común: fue madre soltera, trabajó en distintos oficios, escribió y vivió de su escritura y cultivó contactos con escritores como Borges y Quiroga.

El prólogo da cuenta de un viaje en 1938, poco antes de morir y cuando ya estaba enferma de cáncer, a Colonia del Sacramento, a un encuentro 
 junto con Juana de Ibarbourou y Gabriela Mistral. En el público está la muy joven Idea Vilariño. También cuenta el profundo impacto que le causó el suicidio de Horacio Quiroga, quien se quitó la vida anticipándose a lo que ya estaba haciendo el cáncer. El poema "Presentimiento" y el poema dedicado a Horacio Quiroga e incluido en este volumen permiten ver cómo la idea del suicidio fue largamente contemplada por Alfonsina y no fue un impulso súbito con desenlace fatal.
Además del prólogo, el libro trae dos textos en prosa escritos por Alfonsina Storni. Al comienzo aparece ¿Quién soy? un autorretrato escrito poco antes de su muerte, y al final está "Breve explicación", un texto en el que ofrece algunas claves sobre su proceso de escritura. En medio de estas dos esquiciteses están los 50 poemas seleccionados por la profesora Silvia Miguens, tomados de "El dulce daño" (1918), "Irremediablemente" (1919), "Languidez" (1920), "Ocre" (1925), "Mundo de siete pozos (1934), "Mascarilla y trébol" (1938). Además se incluyen varias poesías que no fueron incluidas en libros. 

Por tratarse de una antología que incluye poemas de distintos libros, escritos en un lapso de 20 años, 50 poemas de Alfonsina Storni ofrece una mirada panorámica sobre la obra de la argentina. Es una selección de lo mejor de su obra y, en consecuencia, este libro es una buena puerta de entrada para conocer a una de las más grandes poetas hispanoamericanas de la primera mitad del siglo XX. Su nombre suele aparecer al lado de Juana de Ibarborou y Gabriela Mistral, pero quizás Alfonsina fue la más libre y feminista de las tres.

Algunos subrayados

Del prólogo:
"Alfonsina utiliza las secciones femeninas de las revistas, que alentaban la mansedumbre y el amor romántico. Se burla, rompe con el estereotipo de la mujer y el de la novela sentimental de la época, cuya característica era el conformismo" (p. 21).

De ¿Quién soy?
me agrada que las telas no se arruguen para no tener que plancharlas continuamente (p. 31).

Duermo unas once horas diarias para desarrugar la piel de la cara y los nervios (p. 32). 

De "Capricho"
bien se ve que tenemos adentro un mar oculto (p. 42)

De "¡Oh, tú!"
Yo quiero, Dios de dioses, que me hagan nueva toda.
Que me tejan con lirios; me sometan a poda
Las manos del Misterio; que me resten maleza.
Tus labios no se hicieron para curar tristeza (p. 47).

De "Tú me quieres blanca"
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue. 
Corola cerrada (p. 48).

De "Presentimiento"
Para acabarme quiero una tarde sin nubes,
Bajo el límpido sol,
Nazca de un gran jazmín una víbora blanca
Que dulce, dulcemente, me pique el corazón (p. 52).

De "Silencio"
Un día estaré muerta, blanca como la nieve,
Dulce como los sueños en la tarde que llueve (p. 58).

De "Bien pudiera ser..."
A veces en mi madre apuntaron antojos
De liberarse, pero, se le subió a los ojos
Una honda amargura, y en la sombra lloró.

Y todo eso mordiente, vencido, mutilado,
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado,
Pienso que sin quererlo lo he libertado yo. (p. 66).

De "Cuando llegué a la vida"
-¡Vigiladme los ojos! Cuando cambian los vientos
El alma femenina se trastorna y varía...(p. 92)

De "Tú, que nunca serás"
Ah, me resisto, mas me tienes toda,
Tú, que nunca serás del todo mío (p. 93)

De "Pasión"
el hombre en cuya llama quisieras deshacerte
¡como al golpe de viento las columnas de humo! (p. 112)

De "A Horacio Quiroga"
No se vive en la selva impunemente (p. 120)

De "Breve explicación"
ya que escribí la mayoría en pocos minutos, a lápiz, en un lugar público, en un vehículo en movimiento o en mi lecho despertando a deshora; aunque cepillarlos me haya demandado meses (p. 126).

Alfonsina Storni en 50 poemas (selección y prólogo de Silvia Miguens)
Ediciones Tres Cantos
Pereira
Abril de 2024
128 páginas

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