La compilación de los editoriales publicados por Bernardo Arias Trujillo en el diario liberal "El Universal", de Manizales entre el 3 de julio y el 30 de septiembre de 1930 podría leerse como una novela con final trágico.
Se trata de textos virulentos publicados casi a diario, en los que el autor pasa del entusiasmo a la desilusión que provoca la traición: el entusiasmo obedece al triunfo de Enrique Olaya Herrera, quien asumirá su cargo como presidente de la República el 7 de agosto de 1930, dando fin a 44 años de Hegemonía Conservadora. Bernardo Arias Trujillo abraza ese nuevo país liberal que ya llega y se ilusiona con los cambios que vendrán. No obstante, los hechos empiezan a contradecir sus expectativas: Olaya nombra como gobernador del Caldas al coronel Emilio Latorre, bastante cercano a los conservadores, y éste a su vez nombra como secretario de gobierno al periodista conservador Gonzalo Restrepo. Otro periodista conservador, Tomás Calderón, cultivado en el diario conservador La Patria, pasa a ocupar la jefatura de archivos departamentales.
Arias Trujillo intenta argumentar. Intenta explicarle a sus lectores por qué el anhelado cambio hacia una república liberal se hace en Caldas con políticos con "sentido amarillo, vacilante y hermafrodita" (p. 36), que es su manera de referirse a los tibios, que distan de los radicales como él. No obstante, con el paso de los días las decisiones políticas se vuelven injustificables y al final Arias Trujillo es fustigado no solo por "los tres diarios visigodos" (p. 222) de Manizales, sino también por la prensa liberal de Bogotá, en cabeza de El Tiempo y El Espectador, hasta que al final deja su cargo el 30 de septiembre de 1930.
El Universal inició con 8 páginas y terminó en su número 76 con 4, se informa en las páginas finales de este libro editado por la Asociación de Periodistas de Manizales (PAM), que reproduce 59 editoriales publicados por Arias Trujillo en un lapso de escasos 3 meses.
Aunque los hechos y personahes hiperlocales a los que alude Arias Trujillo están refundidos en la historia patria, luego de casi un siglo, vale la pena leerlo por la virulencia de su pluma y por lo cíclica que parece la historia. Sobre lo primero, en las notas finales se define a Arias Trujillo como un "escritor violento". Usa calificativos que hoy pueden parecer xenófobos como "gitanería húngara", o homofóbicos, como partidos de "sexo híbrido, andrógino, hermafrodita, republicano" (él que era homosexual), pero en general se nota una profunda agudeza en la sátira, escrita sin temor a ofender y, al contrario, con la intención clara de hacerlo: no manda indirectas y cita con nombre y apellidos a los destinatarios de sus diatribas.
En cuanto a lo segundo, en política es común el debate entre gobernar con los más radicales o fieles al partido, o buscar alianzas con otros sectores para lograr mayor legitimidad y gobernabilidad. El momento histórico narrado por Arias Trujillo fue un parteaguas en la historia política del siglo XX en Colombia: los liberales conquistaron el poder en 1930, luego de 44 años de hegemonía conservadora. La expectativa de los liberales locales era, por fin, acceder a cargos en el gobierno y expulsar a los conservadores. Las decisiones tomadas desde Bogotá se sintieron en Manizales como una traición. Ha pasado casi un siglo, pero casos así se siguen viendo en el presente.
Algunos subrayados
Editorial "El Gobierno Nacional de Olaya Herrera", del 15 de julio de 1930
"Este diario es un balcón abierto hacia las multitudes para la libre agitación de las ideas liberales. Deseamos que en él se expresen todas las opiniones y los conceptos todos, con amplia, ancha y asoleada libertad para discutirlos lentamente (p. 35.).
Editorial "El Gobierno Nacional de Olaya Herrera", del 15 de julio de 1930
"Este diario es un balcón abierto hacia las multitudes para la libre agitación de las ideas liberales. Deseamos que en él se expresen todas las opiniones y los conceptos todos, con amplia, ancha y asoleada libertad para discutirlos lentamente (p. 35.).
"Las ideas republicanas pertenecen a lo que el nuevo testamento llama "aguas tibias" que no serán presentadas delante de los ojos de Dios (p. 36).
"todo el liberalismo del país que es el noventa y nueve y medio por ciento de los que saben leer y tienen relaciones personales con el agua" (p. 37).
Editorial "Contra la barbarie comunista", del 19 de julio de 1930
"Cuatro apaches analfabetos, cuatreros y salteadores de caminos" (p. 48).
"Cuatro apaches analfabetos, cuatreros y salteadores de caminos" (p. 48).
"Nuestra libertad termina en donde empieza la del vecino. Y que no vengan a hablar los conservadores de libertad de palabra en un país que ellos amordazaron" (p. 50).
Editorial "Contra la barbarie comunista", del 22 de julio de 1930
Es bueno atrevernos a estudiar ese complicado problema antes que la violencia social se haga sentir en una forma que no está prevista en la constitución ni en la contextura temperamental de los colombianos. El concepto de propiedad en la vida moderna no es el mismo concepto feudalista, individualista, feroz y exclusivista de las eras antiguas (p. 57).
Es increíble que Colombia, país endeudado y pobre, sea la primera nación importadora de automóviles de lujo no usados en Europa ni siquiera por los soberanos (p. 57).
Editorial "La carrera administrativa", del 23 de julio de 1930
Hoy se acoge al funcionario por motivos de consideración personal, por recomendación del político, por parentesco, rara vez por su valer y su competencia. Qué de extraño, pues, que todo ande mal? Y qué estímulo puede tener un empleado si no abriga la seguridad de permanecer en su puesto y de ascender, de acuerdo con el tiempo y la amarga verdad de que todo cambio de ministro o de gobierno le trae al sucesor" (p. 60).
Os habeis dado cuenta de la zozobra de un moderno funcionario con las alternativas de la burocracia? Y al lado de él, la dolorosa tragedia? No adivináis la del país que carece de colaboradores honrados y capaces porque están supeditados por los contratos que no tienen ninguna devoción por los intereses colectivos que custodian y que logran sostenerse solo por la adulación, el compadrazgo, la influencia? (p. 62).
Editorial "La Colombianidad", del 26 de julio de 1930
sonreíamos piadosamente de quienes creen que somos un país libre. Nuestra cantaleteada emancipación política de España no se complementa sino con liberación económica (p. 72).
un pueblo no es libre porque no tiene industrias propias y su economía está sometida al vasallaje de una nación fuerte (p. 72).
Editorial "La carrera administrativa", del 29 de julio de 1930
Hasta hoy la administración pública de Colombia está formada por militares retirados, ancianos achacosos y jovencitos fracasados en los colegios. Para formar parte de la burocracia sólo se necesita conocer el protocolo de la adulación, un hosco conservatismo y un alarde sincero de odio al "enemigo común" (p. 81).
Editorial "Hacia la Policultura", del 21 de julio de 1930
Hace cien años que tenemos independencia política y todavía no hemos logrado la libertad económica, base de todas las soberanías (p. 89).
Editorial "El nuevo gobierno departamental", del 5 de agosto de 1930
La Patria en una de sus pasadas ediciones sostiene con frescura de primavera que "El Departamento de Caldas, con mayoría conservadora, tiene derecho a esperar que en la cabeza de sus destinos se coloque la primera capacidad conservadora, que sería la primera capacidad caldense". Esta frase podría colocarse con absoluta certeza de éxito en nuestra página humorística, para reír en la tarde (p. 100).
Editorial "El nuevo gobierno", del 9 de agosto de 1930
Que el presidente empieza a gobernar en un país intoxicado de conservatismo achacoso, con constitución conservadora, leyes conservadoras y corporaciones administrativas conservadoras (p. 114).
Editorial "Una agresión aldeana", del 11 de agosto de 1930
En la sección más seria de La Patria se incrustan coplas de cabaret, frases provincianas de pésimo gusto que exhibe al periodismo conservador como una hoja aldeana de circulación municipal (p. 117).
Deploramos que La Patria haya ingresado a la cofradía del periodismo de tierra caliente (p. 118).
Editorial "El problema agrario", del 19 de agosto de 1930
el problema agrario solamente existe para el gobierno. La distribución equitativa de las tierras apenas puede ser emprendida por el Estado, que es el que cuenta con los elementos definitivos para realizarla. Colombia está excepcionalmente preparada para resolver el problema agrario mediante la nacionalización de sus tierras (p. 134).
tendremos que empezar la expropiación de los extensos latifundios que en los departamentos interiores de la república son causa de fermentos revolucionarios y de descontentos sociales, expropiación que habrá de hacerse mediante indemnizaciones pecuniarias (p. 135).
Editorial "La oposición se esboza", del 28 de agosto de 1930
La dirección liberal de Caldas está a una altura hasta donde no llegarán las saetas envenenadas del diario primaveral y matutino que dirige desde Bogotá el Dr. [Silvio] Villegas, tan desafortunado político como pésimo negociante (p. 161).
Comprendemos que los jóvenes del diario mañanero tienen los más sanos deseos de que el Directorio Liberal se entregue a las labores domésticas o a gerenciar un almacén de escapularios (p. 161).
Editorial "Los usufructuarios de la victoria", del 3 de septiembre de 1930
para que el gobierno abandone su sexo híbrido, andrógino, hermafrodita, republicano -todos estos son sinónimos- y se integre definitivamente el personal con elementos conservadores (p. 182).
Editorial "La supresión del voto del ejército", del 8 de septiembre de 1930
En los cuarenta y cinco años de conservatismo el ejército fue siempre una recua de acémilas uniformadas, puestas al servicio de los apetitos electorales de un gobierno exclusivista. Las tropas colombianas no representaron nunca la majestad de la República (p. 189).
Editorial "Una decorosa solución a la crisis del gobierno", del 9 de septiembre de 1930
nosotros, que ejercemos un periodismo independiente y honrado (p.194)
El periodista honorable sabe rectificar a tiempo y dar a cada uno lo suyo, según sus actos (p. 194).
Editorial "La hora actual", del 23 de septiembre de 1930
La manera infantil como los tres diarios conservadores de la ciudad han comentado los sucesos confirma la impopularidad trágica del gobierno y la pobreza solemne de razones para combatirnos (p. 220).
Es una literatura de escuela pública, innoble, enana y floja. Por ninguna parte aparece la razón armada de argumentos, la prueba precisa y honrada de que estamos errados (p. 221).
El Universal. Sus Editoriales. Bernardo Arias Trujillo
Compilación de columnas: Juan Antonio Díaz
Biblioteca de escritores caldenses-Asociación de Periodistas de Manizales (PAM)
Manizales
Febrero de 1991
Imprenta Departamental de Caldas
254 páginas


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