Este es un libro raro, único, bello y profundamente conmovedor. Carolina Calle Vallejo es periodista, pero no le interesa el lado masivo de la comunicación. Decidió utilizar las técnicas de la investigación, la reportería y la escritura para ponerlas al servicio del amor y de causas íntimas: para escribirle en privado a quienes necesitan de sus textos.
En varias entrevistas ha contado que su interés por las cárceles surgió desde que en el colegio la llevaron a una visita formativa y el susto que la cárcel generó en sus compañeros se transformó en ella en curiosidad. Estando en la Universidad Pontifica Bolivariana decidió explorar posibilidades narrativas con historias desde las cárceles, y es así como ha escrito y ha producido documentales con temas que van desde personas que alquilan chanclas para quienes van a hacer visita a las cárceles hasta crónicas sobre los buses que llevan y traen familiares desde municipios lejanos para visitar a los presos, en algo que podría considerarse como un turismo penitenciario.
Cartas de puño y letra es un libro pequeñito, cuidado en cada uno de sus más mínimos detalles de escritura y edición, porque su contenido es altamente sensible: son 11 cartas que la autora escribió a nombre de internas de la Cárcel El Pedregal, de Medellín, que no saben leer ni escribir y necesitaban comunicarse por escrito con personas de "afuera": la mamá, el novio, los hijos, la novia que está en detenida en otro patio, el hijo muerto, los nietos.
Todas las cartas son cortas y todas tienen una introducción aún más breve en la que la autora explica quién es la remitente. Al final, en un pie de página, la autora cuenta si pudo o no entregar la carta al destinatario y en qué circunstancias. La teoría del Iceberg de la que hablaba Ernest Hemigway aparece acá en todo su esplendor: pocos detalles, pocas palabras, ayudan para intuir todo aquello que no se cuenta ni se escribe, pero que atraviesa cada una de las páginas del libro: la injusticia de un mundo desigual en el que mujeres empobrecidas (son analfabetas en pleno siglo XXI) pagan condenas privadas de la libertad y con la angustia sobre el bienestar de sus seres queridos. Todas son historias distintas, con destinatarios diferentes, así como sus remitentes: las hay jóvenes, viejas, solteras y casadas, con o sin hijos, del campo y de la ciudad. El hilo común es que todas pertenecen a un mísmo círculo social: el de los excluidos.
Cartas de puño y reja
Carolina Calle Vallejo
Remitentes Editorial, con el apoyo de Ministerio de Cultura y Alcaldía de Medellín
Medellín, noviembre de 2022
62 páginas
Carolina Calle Vallejo
Remitentes Editorial, con el apoyo de Ministerio de Cultura y Alcaldía de Medellín
Medellín, noviembre de 2022
62 páginas
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