domingo, 13 de junio de 2021

El adversario, de Emmanuel Carrère

La mañana del 9 de enero de 1993 Jean-Claude Romand mató a su esposa, sus hijos y luego viajó para asesinar a sus padres. Todo esto lo cuenta Emmanuel Carrère al comienzo de El Adversario e internet ofrece múltiples detalles sobre el crimen que van desde fotos de las víctimas hasta la historia del juicio al asesino. 

Es decir: todo eso lo sabe el lector desde el comienzo y sin embargo, conociendo de antemano el desenlace, el libro tira página tras página para seguir leyendo, porque Carrère logra narrar un personaje tan singular y enigmático que el múltiple crimen es un dato más que se suma a una vida por completo inverosímil, y que sin embargo ocurrió con cada uno de los detalles que entrega el autor. 

El adversario remite a pensar en A sangre fría, ese clásico de Truman Capote sobre otro crimen horrendo. Pero mientras el énfasis de Capote está en construir lo que pasa con los asesinos después del homicidio y durante su paso por la prisión, el de Carrère está en contar la vida previa de Jean-Claude Romand para poder entender que lo llevó a matar a su familia. Su vida desde su infancia pero sobre todo los 18 años que pasaron antes del crimen y que Romand llevó no una doble vida sino una vida falsa, una vida de fachada detrás de la cual no había nada distinto al vacío y la soledad. Para ello hace un completo ejercicio de reportería que lo lleva a comunicarse no solo con el asesino sino con otra cantidad de fuentes, hasta construir un retrato del homicida-estafador-falso médico que, pese a todos los delitos que tiene encima, causa más curiosidad que miedo.

El adversario es un texto corto de no ficción dividido en capítulos breves que se construyen de una manera muy visual (fue adaptado al cine), con múltiples personajes y espacios, ubicados en la región fronteriza entre Francia y Suiza. El libro, publicado en el año 2000, tiene un ritmo vertiginoso, como de novela policiaca, aunque desde el principio es claro que no hay misterio por resolver, distinto al de los laberintos de la mente humana. Es un libro de no ficción que alude precisamente a esa frontera entre la realidad y la ficción, entre la verdad y la mentira, o entre lo real y lo imaginario. Y sobre la facilidad del engaño, cuando todo el mundo está predispuesto a creer. 

El libro, infortunadamente, lo leí en una traducción al español de España, con palabras y modismos que no corresponden al español latinoamericano y cortan la fluidez de la narración.

Algunas frases
"Una amistad semejante se cuenta entre las cosas preciosas de la vida, casi tan valiosas como el éxito en el matrimonio" (p. 12).

"Un amigo, un verdadero amigo, es también un testigo, alguien cuya mirada permite evaluar mejor la propia vida" (p. 12).

"Se había infiltrado una duda que únicamente el tiempo podía extirpar. Eso quería decir que les habían robado la infancia, tanto a los niños como a los padres" (p. 15). 

"Viéndolo no como alguien que ha hecho algo horrible, sino como a alguien a quien le ha sucedido algo espantoso, el juguete infortunado de fuerzas demoníacas" (p. 29).

"Es imposible pensar en esta historia sin decirse que hay un misterio y una explicación oculta. Pero el misterio consiste en que no hay explicación y en que, por inverosímil que parezca, las cosas fueron así" (p. 61) 

"Una mentira, normalmente, sirve para encubrir una verdad, algo vergonzoso, quizá, pero real. La suya no encubría nada. Bajo el falso doctor Romand no había un auténtico Jean-Claude Romand" (p. 64).

"Es notorio que los hombres más notables son también los más modestos, los que menos se preocupan de la opinión que se tiene de ellos". (p. 73).

"Por primera vez existía ante la mirada de alguien" (p. 75). 

"Era lo que pasaba por no haber hecho barrabasadas a los veinte años: cerca de los cuarenta uno se encuentra en plena crisis de la adolescencia" (p. 78).

"El silencio es el peor enemigo de las parejas. Una crisis superada, por el contrario, puede resultar su mejor aliado" (p. 78). 

"La certeza de que se suicidaría un día le dispensaba de hacerlo" (p. 85). 

"Al personaje del investigador respetado suplanta el no menos gratificante de gran criminal en el camino de la redención mística" (p. 114). 

"La novela narcisista continúa en la cárcel, lo que permite a su protagonista evitar una vez más la depresión masiva con la que ha jugado al escondite durante toda su vida" (p. 114). 

"Esa imposibilidad que usted tiene de decir "yo" a propósito de mí procede en parte de mi propia dificultad de decir "yo" respecto a mí mismo" (p. 128). 

Emmanuel Carrère
El adversario
Editorial Anagrama
(Edición conjunta de El adversario, Una novela rusa y Vidas ajenas)
Traducción Jaime Zulaika
Barcelona, 2017
136 páginas.

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