viernes, 30 de marzo de 2018

El orden de la libertad, Mauricio García Villegas

 El escudo de Colombia dice "libertad y orden". El abogado Mauricio García Villegas explica en este ensayo ameno, escrito en un lenguaje al alcance de todo el mundo, que esa "y" ha sido una falacia: los conservadores han optado por el orden, la izquierda por la libertad y ha sido hasta ahora imposible un sistema político que le dé a Colombia ambas cosas: libertad y orden.

El ensayo parte de una premisa y es que en Colombia mucha gente desobedece muchas normas con facilidad. Con base en esta hipótesis la pregunta que se hace el autor es "¿por qué?". Se refiere a normas que van desde el respeto por las señales de tránsito hasta el pago de impuestos y que generan un clima general de "desorden" ante la norma.

Las razones que el autor da son varias: la tradición cristiana del pecado y la confesión, tan arraigada en nuestra cultura, lleva a pensar que el que peca y reza empata. Hay también una ineficacia del Estado para hacer cumplir las normas, y poco interés de algunos individuos en cumplirlas, cuando saben que los demás no lo hacen.

El autor señala que la Constitución de 1991 es la mejor que ha tenido Colombia pero cuestiona instituciones como la tutela o la elección popular de alcaldes, pues se han convertido en instrumentos de concentración de poder por parte de criminales en zonas donde el Estado es débil, es decir en muchas regiones del país. También cuestiona a los programas de derecho (llenos de profesores que son litigantes y enseñan desde esa óptica del negocio) y considera que el Estado es el primer "incumplidor" de normas en Colombia.

Sin embargo la crítica más severa es para la izquierda, que ha dejado de lado la reflexión relacionada con el orden y con la moral, por considerar que son discursos de derecha, y ese vacío ha permitido que se afiance no solo la derecha sino particularmente el discurso de iglesias cristianas en tantas regiones del país, con una mezcla de religión y política bastante explosiva.

Un libro pertinente, claro, completo, ameno y provocador, útil en medio de las coyunturas electorales que vive Colombia, y que se repiten cada año.


Algunas frases
"Una sociedad como la nuestra (como las de América Latina) en donde se toleran altos niveles de incumplimiento y desorden, está abocada a padecer calamidades colectivas (...) cuando un porcentaje importante de individuos no está dispuesto a ceder parte de la libertad que tiene para cumplir o no con reglas básicas de comportamiento, se produce un déficit social de coordinación y de regulación (un desorden) que afecta a la sociedad en general y por esa vía a esos mismos individuos incumplidores".

"La misma elección popular de alcaldes ha alimentado un populismo sin Estado que ha sido causa, en muchas regiones periféricas de Colombia, de la cooptación de instituciones locales por parte de organizaciones criminales".

"Es posible hacer una defensa del orden que no caiga en la visión autoritaria que invocan los conservadores (...) Durante siglos hemos estado empeñados en espantar el fantasma del tirano, pero en esa lucha hemos minimizado los efectos terribles de la falta de instituciones eficaces que proporciones orden, seguridad, paz y tranquilidad a la gente".

"Si pecar es algo que le puede pasar a cualquiera ¿cómo no habría de ser el juez condescendiente con el delincuente? La anuencia con el pecado se traducía en actitudes magnánimas, tanto de las autoridades como de las víctimas con respecto a los violadores de normas. Mientras el católico valoraba la misericordia y el perdón, el protestante era frío e inclemente ante la infracción (...) mi hipótesis es que la confesión, implantada en el corazón de la vida social hasta mediados del siglo XX, banalizó el pecado, flexibilizó el sistema normativo y relativizó la autoridad de los confesores.

"Desde el punto de vista comunicacional (la norma crea imágenes de justicia, igualdad, libertad, paz, etc) la eficacia del derecho es muy grande. El derecho es ante todo lenguaje. Dado que los textos jurídicos, como todo lenguaje, producen imágenes den las personas a las cuales van dirigidos, los efectos políticos de esas imágenes sobre la justicia, la paz, etc, son tan importantes como los otros efectos, los consagrados en las normas".

"Mientras más incapaz es el Estado de proveer orden social a partir de instituciones operantes y eficaces, más apremiante es la necesidad de orden y seguridad y más dispuestos están los ciudadanos a acoger cualquier propuesta política que ofrezca esos bienes. La incapacidad del Estado es la gran incubadora de las propuestas autoritarias de orden y seguridad que, de manera recurrente, se ofrecen en el continente y que vienen de todas las posiciones del espectro político, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, pasando por el centro y por todo lo demás".

"El patriotismo es el parroquialismo del Siglo XX".

"la facilidad del perdón católico fomentó el incumplimiento de reglas y el deterioro de la autoridad, lo cual, a su turno, creó un ambiente de desconfianza entre los individuos. Así las cosas, tenemos sociedades en donde, paradójicamente, se perdona tanto como se desconfía".

"Nuestra historia transcurre entre un liberalismo que menosprecia el orden estatal y un conservatismo que desdeña la libertad social".

"Creo que hay que recuperar para la democracia (para la izquierda y para los liberales progresistas) los temas del orden, de la moral, de la estética, de la cultura, de la planeación y de la seguridad. 


El orden de la libertad
Mauricio García Villegas
Fondo de cultura económica
Bogotá, 2017
254 páginas


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