sábado, 25 de febrero de 2012

Alto Voltaje, de Germán Sierra

Leí Alto Voltaje de Germán Sierra por recomendación de Misael Peralta, quien muy comedidamente también me prestó el libro. Lo hizo a manera de impulso a mi deseo de escribir cuentos y me parece vergonzoso haberme tardado más de seis meses en leer un libro que condensa 14 cuentos en poco más de 120 páginas.
A pesar de lo que indicaría la tardanza, Alto Voltaje es un libro muy entretenido y la narrativa de Sierra cuenta historias aparentemente cotidianas que en unos 50 años o 100 años serán perfectamente entendibles a pesar de  hablar de situaciones actuales, como el trabajo de un periodista investigativo en un pequeño pueblo, la historia de una pareja que trata de revitalizar su matrimonio visitando un bar swinger, la desesperación de un hombre que pierde a veces su memoria de corto plazo o la forma inexplicable en que funciona una campaña publicitaria.
Germán Sierra es un médico español nacido en 1960. Es profesor de bioquímica y biología molecular (según Wikipedia) y este libro fue publicado por Mondadori en 2004.
Aquí, algunos fragmentos:

"Llevas tres meses trabajando en la empresa. recibes un buen sueldo para una persona de tu edad, has alquilado un apartamento y te has comprado ropa nueva, de un estilo parecido al del resto de los creativos."

"Cuando tenía tu edad no podía pensar más que en chicas y eso, acepta mi consejo, el lo peor que se puede hacer. Las chicas vienen a ti cuando dejas de pensar en ellas."

"Cuando era niño, las líneas de alta tensión me fascinaban. Aquellas torres gigantescas de metal, como robots descomunales con los brazos en alto, me recordaban los molinos del Quijote y a monstruos venidos del espacio, una hilera de colosos a quienes enfrentarse en un arrebato de locura o heroicidad."

"El torero no va a vencer, sino a representar un papel en el que asume un riesgo. El animal, por cierto, es también un actor, y de él se espera que actúe como tal. Se trata de una ópera con un final probable pero incierto, y es precisamente la asimetría de los actores contendientes lo que le proporciona su interés."

"El inquilino -  que debió ser creyente o querer parecerlo, o sencillamente demostrar fidelidad a una tradición decorativa - dejó impresa la huella de un crucifijo como una sombra en negativo. Una cruz blanca en el centro de una pared sucia, velada con mugre, tostada por el humo del tabaco, oscurecida por la degradación de la pintura, moteada con antiguas huellas de moscas y fragmentos de telarañas enredadas; la acción, en resumen, del tiempo y el descuido."



Germán Sierra
Alto voltaje
Editorial Mondadori
2004

1 comentario:

Adriana Villegas Botero dijo...

Juan Sebastián: gracias por esta entrada. Siempre es interesante incorporar nuevos nombres en el catálogo de lecturas pendientes. A este autor nunca jamás lo había oído mencionar y por lo que cuentas suena interesante.