¡Vuelvan Caras, Carajo! es un libro raro en la literatura colombiana, porque hasta donde he leído no son comunes este tipo de obras épicas, con tono de epopeya.
El tema es la historia de Juan José Rondón, el lancero negro famoso del Pantano de Vargas y el título es tomado del grito de batalla de José Antonio Páez. Dicho así, la historia no suena muy novedosa o atractiva, pero hay que leer el libro para darse cuenta de la maestría de Rafael Baena, para contarle a uno otra vez la historia que uno ya se sabe de Bolívar, Morillo, el Páramo de Pisba, el Puente de Boyacá, y sin embargo mantener la emoción en cada página, que se lee mitad como aventura mitad como libro de viajes.
Los caballos, la fatiga, el frío, el hambre, la falta de ropa adecuada, los ríos, la vegetación, los montes, son apenas algunos de los elementos que usa el autor para narrar esta odisea que fue la Guerra de Independencia, una hazaña que creo que aún no valoramos en su justa dimensión, en su enorme magnitud.
En fin, un libro que les recomiendo, al lado de "La Pasión de Policarpa", de Pedro Badrán, que es una tragedia que ya había reseñado en este club. Dos libros escritos por dos buenos periodistas, en los que se nota el rigor de la investigación pero además la maestría en el manejo del lenguaje.
Las frases:
"De todos los desafíos que debe enfrentar un hombre a lo largo de su existencia, uno de los más difíciles no sólo es alcanzar la condición de tal, es decir, de hombre, sino reafirmarla a cada instante con palabras y sobre todo con actos".
"Hay mueres que preferimos a nuestros maridos felices en otros brazos que amargados en los nuestros".
"El ejército, cualquier ejército, es una suerte de sociedad para matar que, no obstante su propósito, sirve de cuna a los más nobles sentimientos de hermandad, quizás originados en la conciencia permanente de peligro o, dicho de otro modo, en la certeza de lo precaria que es la vida del guerrero".
"estaba a punto de olvidar para siempre el gozo que produce sentir el aroma de un cuello de mujer, o esa felicidad que sólo es posible en el momento en que las faldas caen y entonces quedamos ella y yo, amándonos en el centro del universo".
"Es curioso cómo ciertos actos que se suponen inmorales pueden llenarte de moral".
"Era la ridícula conducta adoptada por todo régimen impopular que semeja una bestia acorralada, como cuando las tropas de Sámano, ya que no podían capturar a un capitán, Ignacio Bermúdez, que se encontraba fugitivo, ahorcaron su efigie en plena plaza mayor de Santafé con toda la pompa y circunstancia del caso".
"solía alardear de sus certezas y odiaba que los hechos fueran en contravía de las mismas".
"en todos los asuntos sobrenaturales que van desde la existencia de dios hasta la presencia de las hadas bajo las setas del bosque, prefiero dejar que hablen los teólogos y no mi agnosticismo".
"en su afán de consolidarse, la arbitrariedad de una revolución termina pareciéndose a la del régimen depuesto".
"la masa no piensa ni recuerda sino que se acomoda".
Rafael Baena
¡Vuelvan Caras, Carajo!
Editorial Pre-Textos
Valencia, España
2009
334 páginas
Qué buenas frases. Además, la reseña me hizo dar ganas de leer el libro. Muchas gracias, Adriana.
ResponderEliminarhttp://bocasdeceniza.wordpress.com/2011/09/30/llano-2/
ResponderEliminarAhh... esa es otra frase del libro, muy bonita. Es que ese libro está lleno de buenas frases. Ayer me regalaron La Luz Difícil y Oriente empieza en el Cairo. Y hoy es me regalaron Ursúa... así que dentro de poco habrá nuevas entradas en este blog.
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