Hace una semana, en un outlet de libros organizado por El Malpensante, encontré "Extraños escenarios de la noche", un curioso librito que me costó $3.000. Curioso no sólo por el precio sino por el título, porque es pequeñito, de una editorial desconocida, y porque al menos yo nunca lo había oído mencionar, aunque he leído varias obras de Orlando Mejía Rivera.
El prólogo es de Héctor Abad Faciolince y desde ahí advierte que el autor, cuando le cede la palabra a otras personas, cae en la trampa de la propaganda y la nostalgia, y en otra parte dice que Orlando Mejía a veces escribe acá de manera ingenua. Con esas advertencias entré a leer el libro curioso de un autor que me gusta mucho y debo confesar que Héctor Abad se queda corto... que su crítica es muy suave y benevolente frente a la calidad del libro. Esta obra es como cuando uno le descubre un defecto maluco al novio... uno quisiera que nadie se enterara pero ahí está y no se puede ocultar. A mí Orlando Mejía me encanta como escritor de ficción e incluso como ensayista (de hecho ya lo he reseñado varias veces acá con muchas flores) pero en este intento de periodismo mezclado con reflexión personal no sale bien librado. Los diálogos suenan falsos, las denuncias suenan ingenuas... Orlando tiene un "discurso" apocalíptico sobre la sociedad que suena forzado en medio de las descripciones que hace...
Son 4 crónicas escritas en Barcelona: una sobre los inmigrantes latinos, otra que parte de una conversación larga con un palestino, una más sobre las catedrales no sólo de Barcelona sino también de algunas ciudades italianas, y la última, que le da título al libro, sobre la noche de sexo y strepteasse en Barcelona, que quizás es la más "visual" de todas.
Pensé mucho en Laverde leyendo este libro. Me gustaría que lo leyera. Sé que con lo que él ha viajado y con su talento y experiencia podría regalarnos unos textos mucho más logrados que los de este libro. Ojalá se animara.
Algunas frases:
"contrarrestar la tristeza de tantas soledades que podemos albergar en un único cuerpo".
"todos influimos en todos, y no existe ni una sola lágrima, ni una sonrisa, ni un pensamiento, que no esté acercándonos o alejándonos del abismo humano o de la utopía colectiva".
"nunca antes tantos individuos podían viajar y ver sitios lejanos, pero también nunca antes los viajeros estaban tan poco preparados para mirar lo extraño y descodificarlo mediante percepciones mentales auténticas y personales".
"La morada es el espacio donde nuestro ser más profundo crea tejidos humanos de símbolos y sueños".
"Ahora parecen espectros, nada es tan grotesco como los travestidos viejos, parados en las calles, esperando la muerte, aunque persisten en la ilusión de ser todavía deseables".
Orlando Mejía Rivera
Extraños Escenarios de la Noche. Crónicas culturales.
Hoyos Editores
Manizales
2005
132 páginas
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