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jueves, 22 de febrero de 2018

Crónicas sobre el Grupo de Barranquilla, de Alfonso Fuenmayor


Haciendo gala de una prosa deliciosa, exquisita, con dosis de humor y muchas anécdotas, Alfonso Fuenmayor presenta en este libro una compilación de 13 textos que orbitan alrededor del Grupo de Barranquilla, que conformaron Alejandro Obregón, Gabriel García Márquez, Germán Vargas Cantillo y el autor, entre otros.

Las crónicas de Alfonso Fuenmayor se construyen por lo general en torno a un personaje: El pintor Alejandro Obregón, el poeta León Felipe, el pintor Orlando Mejía "Figurita, Julio Mario Santodomingo, Alvaro Cepeda Samudio...

No se trata de un texto analítico que ofrezca crítica literaria o artística. Tampoco es una reconstrucción histórica. Se trata más bien de un anecdotario rico en detalles, y escrito con un lenguaje cuidado, elaborado, que obliga cada tanto a consultar el diccionario sin que por ello el texto resulte pedante.

Una pequeña joya que da pistas para entender por qué desde un pequeño lugar en Barranquilla un grupo, unido por la amistad, logró remover los cimientos más profundos de la literatura y la pintura en Colombia.


Algunas frases
El grupo empezó a formarse allá en mil novecientos cuarenta y tantos. Latente y subrepticio, el grupo "funcionaba" teniendo como cabezas cimeras a Ramón Vinyes y a José Félix Fuenmayor.

Alvaro Cepeda Samudio lo declaró sin tapujo y sin ambages: "Todos provenimos del viejo Fuenmayor".

Eran, entre otros autores, Cortázar -que para el grupo se inició con Los Reyes-, Felisberto Hernández, Borges, Kafka, Joyce, Virginia Woolf, Neruda, Sartre, Camus, Hemingway, Saroyan, Caldwell.

aquella frase del doctor Johnson, según la cual "nada mejor ha inventado el hombre para su felicidad que una buena taberna".

Para entonces la vulgaridad del plástico no había invadido este rincón del planeta.

¿te das cuenta de que esto de la felicidad es un cuento chino y que si existe dura poco?

Lo que seguirá sucediendo, si es que no se legisla a nivel universal como lo ha pedido Gabito, en el sentido de que se prohiban las metáforas y se castigue su uso hasta con la pena de muerte. "Una sanción más bien leve, comentaba el padre del Patriarca, para un delito tan atroz".

Los párrafos eran reiterativos, tautológicos. En fin, la materia prima con que están hechos los boleros. 

(Sobre Plinio Apuleyo Mendoza): Las orejas mostraban una cierta tendencia a separarse del sitio que ocupaban y parecían, como dijo un observador, que quisieran captar todos los sonidos del universo y hasta la pitagórica música de las esferas.

Los cartageneros se distinguen de la demás gente porque parecen desplazarse con un halo.


Crónicas sobre el Grupo de Barranquilla
Alfonso Fuenmayor
Instituto Colombiano de Cultura, Colcultura
Bogotá, 1981
210 páginas

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